El primer día de entrenamientos libres del GP de Gran Bretaña se fue al traste para casi todas las escuderías, debido a la intensa lluvia que impidió a los equipos realizar los ensayos para la carrera del domingo, prevista en seco.

Por la mañana, la lluvia recibió a los pilotos y aficionados, pero a pesar de un cielo amenazante, el agua dejó de caer aunque la pista permaneció mojada durante toda la primera sesión.

Por la tarde llegó el chaparrón, y a pesar de unos cuantos atrevidos como Toro Rosso, la mayoría guardaron el coche en el garaje a la espera de un rayo de luz entre tanta tiniebla en el cielo inglés para montar los neumáticos de seco y hacer los ensayos necesarios.

Dejó de llover cuando faltaba un poco más de un cuarto de hora, tiempo suficiente para que las escuderías se lanzasen en tropel para completar algún punto del orden del día, como probar las nuevas piezas que aportan para Silverstone, aunque al finalizar la jornada, casi todos apuntaban que no se había podido probar nada y que los tiempos, el mejor de Mark Webber (Red Bull) por la mañana y el de Felipe Massa (Ferrari) por la tarde, no eran indicativos.

Sí que puso sobre aviso que un Red Bull, al que se le esperaba hincando la rodilla este fin de semana con la desaparición del mecanismo del soplado sobre el difusor, haya vuelto por sus fueros con un mejor registro a pesar de las condiciones tan malas de entrenamiento.

Pero a pesar de este detalle del registro del australiano, mientras su compañero y líder del mundial, el alemán Vettel, se perdía en tiempos muy mediocres, nada quedó desvelado en Silverstone, donde se anunció a los cuatro vientos que a partir de la prueba inglesa habrá un punto de inflexión. Todo queda aplazado para hoy. Se podría estar gestando una nueva polémica, pero habrá que mantenerse a la expectativa.