Juan Francisco Martínez Modesto, Nino, dejó de pertenecer al Tenerife la tarde del pasado jueves. Para ello, el futbolista aceptó no cobrar la mitad del dinero que le correspondía de la temporada 10/11, percibir el otro cincuenta por ciento a plazos y perdonar todo lo que debía pagarle el club en las tres próximas campañas, dado que el delantero tenía contrato hasta el mes de junio de 2014. Una vez liberado de su relación con la entidad blanquiazul, a la que llegó el 14 de agosto de 2007 cedido por el Levante, pudo firmar con su nuevo equipo, el Atlético Osasuna, en el que competirá los dos próximos cursos, con la opción de prolongar su vínculo un ejercicio más.

Nino le había dado su palabra a los dirigentes del Osasuna desde hacía semanas, pero se vio obligado a retrasar la firma del contrato, que incluye una cláusula de rescisión de 4 millones de euros, por la falta de acuerdo con el Tenerife para sellar su finiquito. La intención inicial de los rectores del club blanquiazul era que el delantero se marchara sin cobrar nada, pero el futbolista defendió su derecho de ver compensado, aunque no fuera en su totalidad, el trabajo realizado durante la campaña del descenso de su exequipo a Segunda B. Al final, las partes llegaron a un punto de entendimiento en el que Nino puso más de su parte, según confesó ayer. "He realizado un esfuerzo muy grande, porque he perdonado mucho dinero, tanto por el año trabajado como por los que tenía por delante. Más de mi parte no podía poner", aseguró en Radio El Día.

Fin de la pesadilla.- Después de vivir la "pesadilla" de bajar con el Tenerife a Segunda B, Nino deseaba iniciar un nuevo ciclo en su trayectoria profesional. Pero antes tuvo que armarse de paciencia y mantener el pulso en las negociaciones con el Tenerife. "Llevaba 15 o 20 días hablando para llegar a un acuerdo y no se terminaba de arreglar", contó el jugador, que en este tiempo conversó con el presidente Miguel Concepción en tres ocasiones. Al ser preguntado si su relación con el empresario palmero se había enfriado en los últimos días, se limitó a recordar que "siempre he tratado al presidente de tú y le he dicho las cosas claras, pero aquí cada uno lucha por sus intereses".

Saliendo al paso de unos rumores que calificó como "desagradables", Nino aclaró que no llegó a denunciar al club por impago ante su sindicato, la AFE, aunque sí reconoció que se planteó "tomar medidas" para defender sus intereses. En cualquier caso, señaló que los comentarios que surgieron en torno a este tema no le favorecieron. "Cuando se di-cen estas cosas y estás en medio de una negociación tan decisiva, no es fácil, porque vives momentos de tensión, pero en este mundo vale todo para lo bueno y lo malo".

Asimismo, señaló que también tuvo en cuenta el expediente de regulación de empleo presentado el 29 de junio por el Tenerife a la hora de agilizar su salida del club. "También había un ERE en marcha y eso afecta".

Una vez sellado el pacto con el club tinerfeño, Nino prefirió pasar página y quedarse "con lo positivo, la afición y la Isla, y comenzar una nueva etapa". En su despedida del equipo en el que jugó las últimas cuatro temporadas y en el que marcó 79 goles, al de Vera se le acumularon las sensaciones. "Por una parte, sabes que acabas una etapa de la que guardo recuerdos inolvidables, y por otra ya piensas en el siguiente trabajo", declaró Nino, que también dedicó palabras a la afición blanquiazul. "Solo me queda darle las gracias por todo y pedirle que continúe animando".

Con Marc.- En el conjunto navarro, Nino volverá a tener como compañero a Marc Bertrán, otro de los nuevos fichajes para la plantilla que entrenará José Luis Mendilíbar. Además, el delantero participará por tercera vez en Primera División, después de hacerlo antes con el Levante (06/07) y el Tenerife (2009/10).