Con el cambio en la dirección deportiva del Tenerife se ha producido una modificación en la estrategia que se estaba siguiendo en la negociación para la desvinculación de los futbolistas de la primera plantilla con contrato en vigor más allá del próximo 30 de junio. El nuevo jefe del área deportiva, Pedro Cordero, ha decidido desandar parte del camino que había hecho su antecesor Juanjo Lorenzo. Lo que ha provocado que desaparezca en los futbolistas la buena predisposición que mostraron ante el primero. Este había propuesto a los 15 jugadores en cuestión que perdonaran las cantidades pactadas en sus contratos para las próximas campañas, a cambio de la carta de libertad y la seguridad de que, aunque a plazos, cobrarían la ficha de este curso. Solo cuatro no estaban de acuerdo: Julio, Melli, Natalio y Luna. De los otros once, Ricardo, Nino, Pablo y Antonio Hidalgo estaban conformes. Solo faltaba que rubricaran la propuesta. Finalmente, Aitor, Belvís, Omar, Josmar, Sergio, Juanlu y Beranger, aunque no habían dado el sí definitivo, tampoco eran reacios a aceptarlo. Pues había algunos que firmarían sin más miramientos desde el momento en que tuvieran la certeza de que otro club los ficharía. Ahora la predisposición a dar facilidades al Tenerife ha cambiado porque los futbolistas no habían contemplado la posibilidad de perdonar cantidades correspondientes a esta temporada. Y tampoco pensaban que la entidad querría contar con alguno de ellos, después de que les pidieran que se buscaran equipo. En resumen, la entidad ha endurecido su posición con los futbolistas, entendiendo que la que había adoptado anteriormente era de demasiada debilidad. Y ello ha provocado enfados entre los profesionales. Hasta tal punto es así, que ahora se ha llegado a pensar en la posibilidad de denunciar ante la AFE si no consiguen garantías para el cobro de las fichas. En tal caso, el club tendría hasta el 31 de julio para hacer frente al pago de las mismas. De lo contrario se expone a un descenso administrativo.