Tras ganarse la confianza de Arconada, Carlos Mandía y Antonio Tapia, Beranger es de los pocos profesionales con los que no ha contado Amaral. El francés acepta la decisión del técnico, aunque asegura que no ha bajado los brazos, mientras espera a aclarar su futuro con la entidad -su contrato dura hasta el 30 de junio de 2012-.

¡Vaya año! Me imagino que al principio ni pensó que la Liga podía acabar de esta forma...

No. Si alguien me lo dice antes de empezar, hubiera pensado que era un mentiroso. Ha sido un palo para todos, pero hay que seguir.

¿Donde cree que han estado los errores cometidos por el equipo?

Ahora mismo eso no toca. Lo importante son los partidos que quedan. Aunque la clasificación no va a cambiar mucho, hay que competir hasta el final. Luego, ya habrá tiempo para analizar lo que ha pasado y concretar todos los errores que se han cometido.

Le ha tocado estar fuera del equipo en las últimas semanas. ¿Se sufre más en el banquillo o viendo los partidos en la grada?

Ya lo he dicho: ahora mismo creo que lo importante no son las circunstancias personales, sino el equipo. Si toca jugar o no, hay que aguantar y trabajar para el grupo.

Asume, por lo tanto, quedarse fuera de las alineaciones...

Todos los días hago mi trabajo e intento demostrarle al míster que si cuenta conmigo, voy a estar ahí. Pero nada más. Somos veinticinco y no podemos jugar todos.

El director deportivo ha anunciado su intención de empezar a negociar con ustedes y dijo que, en principio, el club no cuenta con ninguno porque no puede asumir las fichas. ¿Qué piensa?

Es lo normal. Quiere adelantar el trabajo de la próxima temporada y toca discutir con los jugadores. Ahora mismo todos estamos pendientes de lo que nos diga el club y luego ya veremos qué ocurre.

¿Será usted de los jugadores que propondrán alguna alternativa?

No. Todo está en manos del club. La entidad tiene todo en su poder. A partir de ahí, cada uno verá.

¿Su predisposición para rescindir su contrato será buena?

Como he dicho antes, el club es el que ahora tiene la bala y yo aceptaré lo que diga. Si la voluntad es que me vaya, lo haré sin problemas. Si me piden seguir, también.

En todo caso, será un final bastante triste para el grupo. No sé si anteriormente había vivido una situación similar...

No. Creo que para todos es la primera vez. Algunos hemos bajado de Primera, pero no sé si alguno ha descendido de Segunda y, sobre todo, en estas circunstancias. Lo hemos dicho toda la temporada: el Tenerife es un club de Primera y este es un palo bastante duro. Tendremos que convivir con esto durante toda nuestra carrera.

¿Se lo toma como un borrón? ¿Es el peor año de su carrera, no solo desde el punto de vista individual, sino desde el colectivo?

Cuando mandas a un club como el Tenerife a Segunda B, sí. Ojalá que sea la primera y última vez que viva una temporada como esta.

De los tres partidos que quedan, uno es en Las Palmas...

Va a ser un partido más. Los únicos que disfrutarán de este derby serán ellos. Estarán felices de mandarnos a Segunda B. Así que habrá que ir a competir y a dar la cara, como cualquier otro partido.

¿Cómo se prepara uno para eso? Porque, puede ser hasta humillante jugar ese partido...

Yo creo que no lo será. Yo lo tengo claro: voy a ir a jugar y pensando que lo más importante es el partido que vamos a jugar, no a mirar lo que pase fuera del campo.