No hay racha, buena o mala, que no encuentre su fin algún día. El Tenerife lleva ocho jornadas esperando romper la suya. Ganó por última vez el 25 de febrero, 2-1 al Xerez. Desde entonces ha sumado solo un punto, saldo que lo ha situado como uno de los claros candidatos a perder la categoría. De hecho, está a ocho puntos -uno más si se cuenta el golaverage- del decimonoveno, el Nástic. Pero las rachas empiezan y acaban, y al Tenerife se le presenta otra oportunidad para abrir una nueva etapa en su trayectoria. En realidad, la única opción que le queda es ganar. Recibe al Villarreal B, un rival que está en una tesitura similar: cinco derrotas seguidas. Eso sí, con 44 puntos, su posición es desahogada.

Las estadísticas indican que el Tenerife tendría que ganar, como mínimo, seis de los ocho partidos que le restan para tener opciones de seguir en Segunda. La cuestión consiste en poner la primera piedra. De ahí la urgencia de comenzar ya y no reducir todavía más un margen de error que parece vacío.

Amaral lo intentará con cambios en el once. Ninguno será obligado, pues solo introdujo una variante significativa en la lista: entra Natalio y sale Juanlu, que no fue titular en Alcorcón (también vuelve Luis García). Sin Bertrán ni Prieto entre los elegidos, después de que ambos cumplieran una jornada de suspensión, y con las bajas de los lesionados Kome y Dubarbier, las novedades podrían estar en el lateral derecho con el debut en Liga de Aitor -¿o repetirá Melli en ese puesto?- y en el centro del campo, con la participación de Julio Álvarez. No obstante, por lo visto en los ensayos hay alternativas para todos los gustos: Kitoko escoltando a Hidalgo y Julio, y sin Ricardo; Zambrano enlazando con Nino; Natalio por la derecha...

Por su parte, el Villarreal B, con la presencia entre los convocados de los exblanquiazules Héctor y Airam, pierde a los sancionados Gerard y Nano y tampoco puede disponer de Truyols y Marcos Gullón, que continúan lesionados.