Juan Antonio Anquela sigue asombrándose con la capacidad que tiene el Alcorcón para imponerse a rivales como el Tenerife, a los que les profesa un sincero respeto, y con lo pronto que su equipo ha alcanzado la cifra de puntos que le asegura su continuidad un año más en Segunda División.

El entrenador local destacó que el Alcorcón venció a un "muy buen equipo" con sufrimiento, asumiendo riesgos y "jugando al límite". Anquela admitió que el Tenerife "mereció bastante más, pero se encontró con un rival desbocado en los minutos finales y que tiene fe en todo lo que hace".

El andaluz se mostró satisfecho con la apuesta ofensiva que utilizó para tratar, con éxito, remontar el 1-2 con el que el Tenerife encarriló un triunfo que finalmente se le escapó. "Si miras el equipo que acabó en el campo, piensas: madre mía, ¿dónde está aquí el equilibrio? Pero había que ir hacia arriba y atacar. Lo conseguimos poniendo todo lo que teníamos".

Respecto a la trayectoria del Alcorcón en su temporada de debut en Segunda, el técnico afirmó que la fecha de ayer debía figurar "en un marco" por coincidir con el día en que el conjunto madrileño sumó 50 puntos, cifra que era "utópica" para el modesto club en el comienzo del curso. "La gente tiene que empezar a valorar lo que está haciendo este equipo. Es muy difícil mantenerse en una categoría en la que hay rivales muy buenos y que tienen solera y tradición", manifestó Anquela, quien no cree que los conjuntos que luchan por no descender reúnan el medio centenar de puntos. "Creo que este año no llegarán a 50, así que es para hacer una fiesta gorda, porque este era nuestro principal objetivo" indicó para finalizar diciendo que "nunca nos ponemos metas, pero la ambición nos hace llegar lejos".