Miguel Concepción habló ayer por primera vez ante los medios de co-municación después del despido de Antonio Tapia y la contratación de David Amaral. Seguro de que el equipo logrará evitar el descenso, el presidente se refirió igualmente a la posibilidad de que el Tenerife baje a Segunda División B. Para tranquilizar a los aficionados más pesimistas, afirmó que la entidad no desaparecerá si pierde la categoría y que, después de una profunda reestructuración, competirá para volver al fútbol profesional.

Poniéndose en el peor de los casos, el empresario compartió algunas de las claves sobre cómo será el Tenerife si baja a Segunda B. Dejando entrever que no le dará la espalda al club, a pesar de que su período de mandato ya habrá finalizado, explicó que "cuando se asume una responsabilidad tienes que estar preparado para todo y en este supuesto habría que reestructurar la plantilla y hacer recortes en todas las áreas, porque los ingresos no serían los mismos, y el equipo competiría con vistas a conseguir de nuevo la categoría".

Para impedir que el futuro de la entidad esté en Segunda B, el empresario calcula que el equipo necesita ganar "ocho partidos", aunque tiene en cuenta que "a lo mejor" se puede salvar con siete. "Todavía tenemos dos comodines, a ver si no los agotamos rápido".

El último recurso.- El encargado de guiar al Tenerife hacia esa meta, después de que los dirigentes comprobaran que el "efecto Tapia" no iba a ser suficiente, es David Amaral . "Teníamos que hacer un movimiento y agotar el último recurso, porque el equipo entró en una dinámica negativa en los últimos seis partidos", confesó Concepción, que el lunes mantuvo una reunión con Juanjo Lorenzo para "valorar la situación" después del empate con el Nástic. "El director deportivo propuso que David po-día ser un buen candidato para dar-le al equipo un último empujón".

Lejos de lo que se podría pensar por la circunstancia de que ha-ce cinco años Concepción despidió a Amaral siendo este entrenador del Tenerife, dijo que respeta y valora al técnico. "Está muy preparado y creemos que, con el apo-yo de todos, podemos lograrlo".

Al ser preguntado si la duración del contrato de Amaral hasta junio de 2012 había dependido de una petición del técnico, aclaró que en el club valoraron la intención del David de "asumir el reto de armar el equipo para ascender, en el peor de los casos". Por lo tanto, apuntó que "fue un acuerdo común entre las partes y no fue una imposición suya, ya que todas las partes estábamos de acuerdo en que es el hombre del próximo proyecto, independientemente de la categoría en la que compita el equipo".

Por otra parte, reconoció que el despido de tres entrenadores en apenas siete meses ha supuesto un "quebranto económico" para el Tenerife, porque "cada vez que resuelves un contrato te cuesta dinero y los pocos recursos que nos quedaban en diciembre, los agotamos con los tres refuerzos".

Los futbolistas y la afición.- Concepción también se refirió a la implicación de los futbolistas, con los que se reunió el 23 de marzo en el Heliodoro Rodríguez López, dos días antes de la visita del Tenerife al Elche, con el fin de palpar su estado de ánimo y pedirles un mayor esfuerzo a la hora de competir. "El equipo está preocupado. Se nos ha ido escapando el tiempo y todo lo que queda hay que aprovecharlo. ¿Es posible? Sí. Los jugadores son conscientes, están comprometidos y espero que con Amaral lleguen los resultados".

Por último, aprovechó la ocasión para expresar su rechazo hacia los aficionados que recibieron con insultos a los jugadores el pasado lunes, tras el viaje desde Tarragona. "Son temas desagradables y aquí a nadie le gusta ser noticia a nivel nacional por el hecho de que unos muchachos hayan protagonizado un acto de vandalismo", opinó para agregar que "se trata de pequeñas minorías que tenemos que rechazar y tener claro que este no es el camino, porque ahora hay que arropar al equipo más que nunca. La afición del Tenerife no es así, sino mucho más grande y noble".