Paco Jémez, entrenador de la UD Las Palmas, manifestó ayer que la mala trayectoria que mantiene el conjunto amarillo es "más que suficiente" para destituirle. El empate del pasado sábado como local con el Villarreal B elevó a 11 el número de jornadas consecutivas del cuadro grancanario sin sumar los tres puntos de una vez.

"La racha del equipo es más que suficiente para cesar a cualquier entrenador, pero la directiva está confiando en el trabajo", declaró en una entrevista en Canarias Radio La Autonómica.

En lugar de afianzar su labor al frente de la UD, sus dirigentes eran muy dueños de tomar otra determinación, significó Jémez, pero en estos momentos es preciso obrar en consecuencia, porque, entre otras cosas "nadie asegura que cambiando de entrenador la cosa va a mejorar", según apuntó.

El preparador de los amarillos dijo sentirse "fuerte y entero", desvelando que es una persona que "no se desmoraliza con facilidad".

"Ya le gustaría a muchos poder hacerme daño con la cantidad de tonterías que cuentan. A mí solo me puede hacer daño alguien a quien yo tenga estima", añadió.

Del reciente partido que empataron contra el Villarreal B en la Isla, destacó el punto que ganaron y "las paces" que plasmaron con sus aficionados, quienes mostraron una gran acogida a sus jugadores.

Al término del mencionado choque, Jémez, en su comparecencia ante los medios informativos, dejó caer unas lágrimas, producto de lo que presenció en el vestuario, donde se evidenció, según desveló, que sus jugadores se preocupan "por mi trabajo y por mi persona".

El diálogo entre el técnico y el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, es constante, según desveló aquél, indicando que el máximo mandatario se muestra "optimista y siempre mira el futuro", aunque apostilló: "Me hace llegar su preocupación, porque el equipo necesita ganar y a él también le están cayendo muchos palos".

La UD Las Palmas visitará este sábado al Granada.