¡VAYA último mes del año el que hizo el Isla de Tenerife Socas Canarias! Ganó tantos partidos como disputó. Cinco victorias seguidas que no sólo han despejado posibles dudas sobre los objetivos para esta temporada, sino que han venido a consolidar la candidatura de equipo de "play off".

Al término del último partido en casa, ante Palencia, y tras haber conseguido la cuarta consecutiva, se disparaba la euforia y hubo quien se atrevió a sentenciar que si ganaban en Málaga la volvían a liar.

Y eso precisamente es lo que han hecho: liarla. Se han metido de lleno en la zona de eliminatorias de ascenso, con un margen de hasta dos triunfos sobre el equipo que marca esa frontera y, lo que es más importante, afrontan la exigencia del partido de mañana martes con una autoestima muy reforzada.

Esta temporada, más que nunca, hay dos plantillas que están por encima del resto y a las que hay que exigirles en función del potencial que atesoran. Una de ellas es el Murcia. En cualquier encuentro que disputen, deben asumir el cartel de favoritos, salvo en su enfrentamiento directo con el otro aspirante, el Obradoiro.

Pero los murcianos deberán andar con cuidado porque los de Alejandro Martínez están en el mejor momento de la temporada y, a poco que tengan algo de fortuna en el acierto, su confianza se va a multiplicar por mucho y nada sería de extrañar que siguieran liándola con la sexta victoria consecutiva.

Será uno de los partidos más atractivos de la temporada en el Santiago Martín. La presencia de un equipo con tradición de ACB y en el que figuran jugadores tan importantes como Coppenrath, Morentín, De las Cuevas, Puyada, o conocidos por estos lares como Pedro Rivero, Robles y Sergio Pérez, merecen un alto en los encargos a los Reyes y el esfuerzo de asistir al pabellón para contribuir a que el equipo se sienta respaldado, ante un envite tan importante, y agradecido por la fenomenal racha de resultados que viene atesorando en las últimas fechas.

Ojalá que en Tenerife, este año recién iniciado, se cumplan los deseos deportivos que muchos esperamos que se consoliden de una vez. Que este deporte, al que tanto tenemos que agradecerle los que nos hemos hecho mayores con él, se siga viendo fortalecido con la masiva participación de jóvenes ilusionados con esta disciplina.

Pero, por encima de todo, déjenme desearles mis mejores deseos de salud para quienes nos acompañan cada semana en la lectura de esta Enredadera. ¡Feliz Año!