El entrenador del Deportivo, Miguel Ángel Lotina, no se explica las recaídas de jugadores como el mexicano Andrés Guardado y el madrileño Iván Sánchez ''Riki'', que se perderán el encuentro del próximo fin de semana ante el Athletic de Bilbao.

"Es verdad que se repiten. Y eso que en estas últimas lesiones hemos dado mucho más margen porque Guardado quería jugar ante el Atlético y no le dejé. Las pruebas físicas y médicas estaban bien y lo mismo con Riki. Yo tampoco me explico eso, pero es lo que hay", comentó en su intervención ante los periodistas.

"El problema no es que no jueguen cinco partidos, es que cada vez que se recuperan no se terminan de poner al nivel", agregó el preparador del conjunto coruñés.

El técnico deportivista reconoció que las dos son "bajas muy importantes" y que hacen "muchísimo daño" al equipo en un mes en el que los coruñeses afrontarán un exigente calendario con Copa del Rey y difíciles encuentros de Liga.

"El año pasado estábamos en forma y el mes de enero nos hizo daño con los dos partidos de Valencia y Sevilla de Copa y la lesión de Filipe. Este año queremos que sea al revés. Lo prioritario es la Liga pero queremos mantener la ilusión en la Copa. Sabemos que tenemos que dar el cien por cien para que esto funcione", indicó.

Lotina aseguró que "la plantilla esta capacitada" para lograr la permanencia a pesar de las lesiones y de que pueda quedarse sin refuerzos en el mercado invernal, en el que ha puesto el nombre de un delantero encima de la mesa del presidente Augusto César Lendoiro.

"Si fuera por el jugador, ya estaría aquí, pero no es solo el jugador, está el representante, el club, ofertas de otros clubes... Es verdad que hablé con el ''presi'' de un jugador en concreto", señaló.

El técnico criticó la actitud de otros clubes en el mercado y, sin citarlos, señaló al Zaragoza por los refuerzos del año pasado y al Hércules por los de esta temporada.

"El año pasado a estas alturas había un club (el Zaragoza) que estaba muy fastidiado, los jugadores no cobraban y trajeron seis o siete jugadores carísimos. A mí no me parece bien. Este año hay un club (el Hércules) que ha fichado jugadores que cobran no sé cuanto y llevan tiempo sin cobrar", indicó.

"Yo podría pedir jugadores que cobran dos millones. ¿Eso es ser un buen entrenador? Es ser un ''gilipichis''. Sé lo que hay, sé que me juego mucho, pero prefiero ser honrado conmigo mismo y no pedir cosas imposibles al club y que dentro de dos meses los del vestuario no cobren", sentenció.