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EspanyolKameni; Javi López, Forlín, Víctor Ruiz, Dídac; Javi Márquez (Molina, 75''), Baena; Luis García (Sergio García, 65''), Callejón, Verdú y Osvaldo (Iván Alonso, 90'').

MálagaArnau; Gámez, Kris, Weligton, Mtiliga; Apoño, Sandro Silva; Eliseu, Juanmi (Quincy, 59''), Seba (Portillo, 75'') y Baha (Edinho, 84'').

ÁrbitroPérez Lasa (Comité Vasco). Amonestó con cartulina amarilla a Forlín, Apoño, Dídac, Baha y Eliseu.

Gol1-0, min. 1: Javi Márquez.

IncidenciasEstadio Cornellá-El Prat. 22.040 espectadores.

Un gran gol de Javi Márquez y 20 minutos de buen fútbol le sirvieron al Espanyol para lograr una nueva victoria en Cornellá (1-0) y subirse a los puestos de Champions a costa de un Málaga que dominó buena parte del partido, pero que fue incapaz de finalizar sus ataques.

El equipo malagueño, con el debutante Rafa Gil en el banquillo y Manuel Pellegrini en el palco, comenzó aturdido, pero terminó con las revoluciones a tope, manejando la batuta del partido y ahogando al Espanyol. A los puntos, mereció llevarse algo de Cornellá, pero el equipo local golpeó primero y supo guardarse el resultado en un final agónico.

El Espanyol arrancó más intenso y apenas tardó un minuto en amargar el estreno de Rafa Gil. Ocurrió en una de esas jugadas que no se entrenan y que derrumban de un plumazo todas las pizarras. Javi Márquez avanzó en solitario desde el círculo central, vio un hueco imposible y desde 30 metros lanzó un zurdazo imparable. Arnau, aún en el calentamiento, no pudo hacer nada para evitar el gol.

Al calor del marcador, el Espanyol vivió sus mejores minutos. Con el viento a favor, el equipo de Pochettino se convierte en un grupo de jugadores entusiastas, fresco y dinámico, abonado al buen fútbol y con la portería rival siempre en mente.

Al equipo andaluz le costó levantarse de la lona. Liderado por el empuje de Apoño y los fogonazos de Eliseu, reaccionó en el ecuador del primer tiempo. Lanzó dos contragolpes que le sirvieron para meterse en el partido.

En la reanudación, el Espanyol se dedicó a vivir de rentas. Reculó sorprendentemente, se olvidó del balón y el decorado del partido cambió por completo para desesperación del público.