Juan Carlos Mandía y Víctor Fernández tienen algo más en común aparte de que mañana coincidirán en el Rodríguez López, el primero debutando como entrenador del Tenerife y el segundo siendo la referencia ofensiva del Cartagena.

El técnico lucense y el delantero nacido en Badajoz hace 36 años se conocieron a comienzos de 1996. Después de jugar en Primera con Real Madrid, Espanyol, Celta y Logroñés, Mandía aceptó la oferta de un CD Toledo que apostó por la veteranía de futbolistas como el gallego para tratar de garantizar su permanencia en Segunda División. Pero el club del Salto del Caballo también sumó al proyecto jóvenes valores como Víctor, que reforzó al equipo blanquiverde en el mercado de invierno de la Liga 95/96 procedente del CD Tenerife, en el que apenas participó en dieciséis partidos durante un curso y medio.

De esta manera, Mandía y Víctor se convirtieron en compañeros de equipo. Aunque compartieron vestuario sólo unos meses, con el paso del tiempo han mantenido la amistad. De hecho, el atacante, que se está formando como entrenador en equipos de base del Cartagena, acostumbra a acudir al preparador recién llegado al Tenerife con el fin de plantearle alguna que otra consulta relacionada con el trabajo. "De vez en cuando nos telefoneamos si tenemos dudas", confiesa.

A Víctor ya le llamó la atención el liderazgo de Mandía cuando se incorporó al Toledo. "Llegué bastante joven, con unos 21 años, y él era uno de los veteranos de la plantilla; así que demostraba siempre sus dotes de mando", recuerda el ex jugador del Villarreal y Valladolid. "Era buen compañero, un futbolista de mucha calidad, era capaz de hacer cosas necesarias para el grupo, mandaba mucho y ya se veía entonces que iba para entrenador", apunta el internacional, que aprovechó su breve estancia en el Toledo para exhibir su valía marcando diez goles. "Me fueron muy bien las cosas, llegué en el momento justo después de pasar por el Tenerife, donde aprendí mucho pero donde no tuve una experiencia tan positiva, pues participé poco. En cambio, en el Toledo sí mostré lo que podía dar".

Una década y media más tarde, aunque vayan a ser rivales, Víctor se reencontrará en un estadio con Mandía, cuya trayectoria como entrenador asegura "conocer bien"; de ahí que se atreva a pronosticar que "será capaz de enderezar a un equipo como el Tenerife", entre otras cosas porque "lleva tiempo en el mundo del fútbol, le gusta este deporte, sabe perfectamente cómo es la Segunda División y es muy bueno sacando lo mejor de cada jugador". El delantero confía en que el Tenerife no note mañana el efecto del cambio de entrenador, pero está convencido de que más pronto que tarde Mandía logrará que el conjunto insular "mejore" y empiece a sumar triunfos. "Conseguirá algo muy bonito allí".