El Campeonato del Mundo de Rallys regresa tras un descanso de cinco semanas y lo hace en Bulgaria, un enclave que debuta y que promete espectáculo puesto que aunque el francés Sebastien Loeb (Citroën) es el máximo favorito, el español Dani Sordo (Citroën) llega enrabietado y con muchas ganas de victoria.

La balsa de aceite que ha sido siempre el equipo Citroën ahora se mueve entre aguas convulsas. La victoria del francés Sebastien Ogier (Citroën Júnior Team) en Portugal propició la decisión de que éste ocupe el volante oficial en las pruebas de tierra que restan, y esto no ha sentado bien al español que después de acatar todo cuanto se le ha dicho ahora quiere demostrar que la decisión es errónea, y para ello buscará el triunfo.

El favorito es Loeb, ha ganado siempre en las últimas citas sobre asfalto, pero no lo ha logrado solo. Cuenta con una gran ventaja en el mundial y quiere sentenciar cuanto antes para centrarse en el desarrollo del DS3 del próximo año, y algunas carreras de circuitos.

Ford por su parte, sabe que sus opciones en el campeonato comienzan a agotarse. La dupla finlandesa Mirko Hirvonen y Jari-Matti Latvala tendrá que ser rápida desde la línea de salida, aunque aquí están un peldaño por debajo que los Citroën. Deberían dar guerra desde el principio.

También se espera mucho del finlandés Kimi Raikkonen, que en su primer año en el mundial y con un Citroën similar al oficial podría estar arriba en la primera prueba de asfalto.

El Rally de Bulgaria se disputará sobre unas carreteras rápidas y serpenteadas, aunque por momento adolece de consistencia en el firme por lo que los pilotos también tendrán que esquivar muchos baches. Sólo cuenta con 14 especiales aunque algunas serán muy largas. De hecho comienza con Batak Lake, de 31,77 kilómetros.

Contará con un total de 1.069,56 kilómetros de los que 354,10 serán cronometrados y repartidos en catorce especiales. La prueba comenzará el viernes con 384,82 kilómetros de los que 118,68 serán contra el reloj y divididos en sólo cuatro especiales.