El presidente del CB Canarias, Félix Hernández, mostró una vez más su talante optimista ante las negociaciones que se están desarrollando para la unificación con el Tenerife Rural. No obstante, Hernández también es realista y manda un mensaje claro. Si no se alcanza el consenso tanto entre los clubes, como entre aficionados y socios, el proyecto no llegará a buen puerto.

Parece que el CB Canarias ya formalizó su inscripción la próxima temporada en la Liga Española de Baloncesto (LEB Oro)...

Ya formalizamos oficialmente nuestra plaza en la LEB Oro. Estamos contentos por haber zanjado este tema, ya que significa otro año más en la competición y que hemos cumplido con los que tenemos que cumplir. Cuanto antes nos inscribamos mejor, para que después no vengan las prisas.

Por lo tanto, ¿se presentó todo el trámite de forma correcta?

Hemos entregado tanto los papeles como los avales y también los ingresos. No nos olvidemos de que la Federación Española de Baloncesto, para esta temporada obliga a los clubes a ingresar la cuantía correspondiente en dos pagos, uno ahora y otro en septiembre. Estamos satisfechos con que todo haya ido bien en la inscripción. Ahora tenemos que intentar contar con un equipo competitivo que nos haga ilusionarnos de nuevo.

¿Tuvieron algún problema con el aval?

Ninguno. Además, contar con el aval es fundamental para la imagen del club ante las entidades financieras. Te da crédito para posibles jugadores que quieran fichar en el equipo y ante las federaciones y demás. Es una muestra de que cumplimos con nuestro compromiso económico, que no es otro sino llegar a final de año sin deber a nadie. Es difícil, con la crisis existente, pero lo hemos hecho.

¿Cómo se están desarrollando las reuniones para el preacuerdo con el Tenerife Rural?

Ya tuvimos la primera reunión con el Cabildo de Tenerife. Tenemos que seguir reuniéndonos tanto con otros clubes como por separado para llegar a un consenso final, para que no haya sorpresas ni gente con dudas. Si logramos la unificación hay que hacerlo con el convencimiento de la gran mayoría. Hay que intentar que todas las partes apoyen un proyecto que sea bueno para cada equipo y para la Isla. Es difícil conseguir la unanimidad, pero vamos a intentarlo.

¿Parece que el tema del nombre va a costar que sea aceptado por parte del CB Canarias?

Si el único problema es el tema del nombre, me abono a estar una semana discutiendo sobre el nombre. Creo que hay cosas también importantes detrás. Sinceramente, en lo que al nombre se refiere queremos lo mejor para cada entidad, pero creo que hay una selección natural y al final si no se llega a un acuerdo, el tiempo dará y quitará razones. Creo que la intención de todas las partes es el acuerdo.

Entonces, ¿qué es lo más importante o lo que más distancia a ambas partes para llegar a un preacuerdo?

Nunca he dicho, ni diré, que el nombre y los colores no son lo más importante, porque son los símbolos de un sentimiento que es clave para los aficionados. Sin embargo, hay que combinarlo con cosas relevantes como las necesidades económicas y de otra índole. Es un preacuerdo con muchas cosas profundas pero en lo que más se fija la opinión pública es en el nombre y los colores, porque es lo que más llega al cariño de la gente. Si no sale adelante es porque no estamos convencidas ambas partes y es mejor no hacer un engendro que luego desaparezca.

¿Le sorprendió el escepticismo de algunos sectores durante la asamblea del CB Canarias?

No me sorprendió porque es lo que había ocurrido en las reuniones previas. Lo nuevo es que una persona te diga hoy una cosa y mañana te digan lo contrario guiado por una tercera persona. Hemos sido bastante claros, explicamos con tiempo y reuniones todo el tema, así que la gente que vote con conocimiento de causa y no influenciados por otras personas. El voto, tanto a favor como en contra, debe ser único, honesto y aceptando las consecuencias del mismo. Este club está muy vivo y por eso hay tanta sensibilidad.

Por último, ¿sigue siendo optimista con el preacuerdo?

Si no lo fuera, nos habríamos retirado. No queremos perder el tiempo, pero hay que llegar a un consenso.