La selección española rebosa felicidad tras hacer historia y meterse en semifinales del Mundial de Sudáfrica, aunque se maneja con la cautela y la tranquilidad propia de su técnico, Vicente del Bosque, que impone la lógica de la cordura.

Lejos de las estridencias de otros protagonistas que han pasado por el Mundial de Sudáfrica 2010, el seleccionador español maneja la situación desde su calma, prudencia y capacidad de análisis.

Podría haber respuestas altaneras a los críticos, a los que, como el seleccionador de Paraguay, Gerardo "Tata" Martino, consideran que el árbitro Carlos Batres benefició a España, algo que ya ha ocurrido antes. No le hace gracia porque considera que los protagonistas del Mundial tienen que dedicarse a prestigiar el fútbol.

Pero lo entiende. Desprende comprensión y entendimiento. Como mucho, Del Bosque dijo, respecto a Diego Armando Maradona, uno de los que en los últimos días han criticado a la "Roja", que es "un tío majo" pero "en algunas cosas un poco pesado".

Del Bosque se siente "muy bien tratado", pero no quiere "almas fieles" incondicionales. Prefiere la libre opinión, leer, escuchar y, pese a disponer de ideas y principios, usar su flexibilidad para analizar y obrar en consecuencia.

La selección española regresó ayer por la mañana desde Johannesburgo a su "cuartel general" en Potchefstroom. Desprende satisfacción por haber derribado el muro de cuartos y mira al futuro inmediato con optimismo, aunque con un tremendo respeto hacia Alemania, a la que consideran que es hasta ahora el mejor equipo del Mundial.

Esa mezcla de felicidad y de tranquilidad provoca un ambiente de sosiego en la Universidad del Noroeste. Los jugadores tuvieron el día libre hasta las 18:00 horas, como es habitual después de cada partido. Y tuvieron la oportunidad de ver el triunfo de Rafa Nadal en la final del Torneo de Wimbledon ante el checo Tomas Berdych. El tenista español es uno de los deportistas favoritos, por no decir el que más, de la selección y un modelo en el que inspirarse.

Los internacionales españoles han cumplido cinco etapas, a cual más dura y complicada. Y las han superado. Ahora la campeona de Europa se verá las caras con la subcampeona, con el adversario al que ganó hace dos años en la final del Ernest Happel de Viena.

España está en el escenario ansiado, en el camino del sueño con el que llegó a Sudáfrica hace ya casi un mes. Podría haber euforia y más ante los últimos antecedentes con Alemania. Nada más lejos de la realidad. Y es que el conjunto de Joachim Löw se ha encargado de lanzar un mensaje autoritario con sus goleadas sobre Inglaterra y Argentina.

Del Bosque y los jugadores saben que la diferencia respecto a la Eurocopa es sólo de dos años, pero es mucho en el mundo del fútbol, y encima han visto una Alemania remozada, rejuvenecida pero fortalecida si cabe.

La "batalla" del Ellis Park ante Paraguay dejó como secuelas el golpe en la cara que recibió Sergio Ramos y los problemas en el hombro derecho de Cesc Fábregas.

El defensa madridista trabajó junto a los otros nueve titulares de campo en el gimnasio. No saltó al campo en la sesión vespertina, como estaba previsto, en la que participaron los demás, incluido Iker Casillas, "San Iker" del mítico estadio sudafricano, quien junto a David Villa, por el momento máximo artillero de la competición, recibió numerosos elogios de propios y extraños. Cesc Fábregas se ejercitó a parte. Hizo una serie de ejercicios y unas series de velocidad. Aún le duele el hombro, pero espera en un par de días estar a tope y poder estar disponible.

Raúl Albiol continúa con la evolución del problema de peroné que sufrió hace una semana en un entrenamiento. Ayer volvió a trabajar en el césped junto al readaptador, Hugo Camarero, con el que hizo carrera continua y comenzó a tocar balón. Como Cesc Fábregas, se retiró antes que el resto de compañeros.

Hoy será el auténtico punto de partida a la preparación de la semifinal, tanto en el conocimiento a través del vídeo del conjunto germano, al que todos han seguido durante el Mundial, como en el campo con una sesión a puerta cerrada. Ma-ñana será el día del regreso a Durban en busca de continuar camino de la gloria