La selección portuguesa de fútbol, comandada por el jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo, realizó su primer entrenamiento en Sudáfrica por primera vez en su preparación para el Mundial ante la mirada de unos 2.000 hinchas.

El combinado luso aterrizó ayer en Sudáfrica y se trasladó a su hotel de concentración, situado en la localidad de Magaliesburg, a unos 75 kilómetros al noroeste de Johannesburgo.

La primera sesión estuvo centrada en trabajo de recuperación, con carrera continua suave y unos breves partidillos en un reducido terreno de juego, en los que los futbolistas pudieron estirar las piernas después del largo viaje desde Lisboa la noche anterior.

Los aficionados, muchos de ellos de la amplia colonia lusa en Sudáfrica, animaron uno a uno a todos los jugadores de la selección portuguesa, aunque Cristiano Ronaldo fue el que despertó el mayor interés.

A la conclusión del entrenamiento el centrocampista Tiago, que disputó la segunda mitad de la temporada con el Atlético de Madrid, se mostró sorprendido con la cantidad de gente que se acercó a verles ejercitarse.

Al igual que Tiago, los jugadores del Chelsea Deco y Paulo Ferreira se mostraron satisfechos con el público, aunque también tuvieron palabras de recuerdo para el marfileño Didider Drogba, compañero suyo en el conjunto inglés, que se lesionó y no podrá jugar contra ellos en el partido del próximo día 15 entre Portugal y Costa de Marfil.

La amplia presencia de hinchas provocó ciertos problemas circulatorios en los alrededores del Instituto Bekker, centro educativo en el que Portugal desarrollará sus entrenamientos mientras permanezca concentrado en Magaliesburg.

Esta tranquila zona rural del norte de Sudáfrica se vio alterada con el continuo sonido de las trompetas y bocinas de los automóviles de los aficionados lusos, que prometen llenar las instalaciones del Instituto Bekker en cada entrenamiento de los pupilos del seleccionador portugués, Carlos Queiroz.

La selección portuguesa vuelve a entrenarse mañana para preparar su último partido amistoso antes del inicio del Mundial que disputarán el próximo martes en Johannesburgo ante Mozambique, y que servirá para ultimar detalles de cara al estreno ante Costa de Marfil, el 15 de junio.

Portugal encara su asalto a Sudáfrica con un frente de ataque poco resolutivo, a pesar de contar con Cristiano Ronaldo, y se felicita por el regreso de Pepe, pieza fundamental de la selección en la que actúa de medio defensivo.

La escuadra dirigida por Carlos Queiroz, que ha participado en todos los mundiales y europeos desde el 2000, arrastra desde la fase de clasificación una alarmante falta de contundencia en los metros finales y dificultad para controlar los partidos.

La nómina de estrellas de los portugueses intimida -Ronaldo y Pepe (Real Madrid), Deco (Chelsea), Nani (Manchester United) y Simao (Atlético de Madrid), entre otros-, pero sus prestaciones en el rectángulo de juego no han respondido a las expectativas creadas.

Clasificados in extremis en la repesca ante la prometedora Bosnia, Portugal intentó ajustar sus piezas antes del campeonato en medio de una lluvia de críticas a su estilo de juego.

Sin embargo, el pálido triunfo ante China (2-0) el pasado marzo y el reciente empate sin goles ante Cabo Verde agrandaron las dudas en torno al conjunto, cuya imagen mejoró ligeramente el pasado martes con un claro triunfo contra Camerún (3-1).

Las numerosas ocasiones de gol falladas continúan como el principal dolor de cabeza de Queiroz, que tiene como uno de sus principales cometidos motivar a Ronaldo, capitán e indiscutible estrella del equipo.

Los aficionados lusos depositan sus esperanzas en un posible renacimiento del nueve del Real Madrid -lleva quince meses sin marcar con la selección- y en la jerarquía de Pepe, cuya presencia en la selección es crucial.

La incursión de Pepe entre los 23 elegidos ha significado la salida del defensa del Deportivo de La Coruña Zé Castro, llamado como recambio natural del jugador, que en el Real Madrid ocupa el puesto de central. Entre las sorpresas de Portugal, destaca la consolidación Coentrao (Benfica).