A los tres clubes descendidos de Primera División -Tenerife, Valladolid y Xerez- les unen varias coincidencias. Ninguno tiene entrenador y además están obligado a rearmar sus plantillas para adaptarlos de nuevo a la Segunda División. Sin embargo, el modo en que afrontan esta nueva etapa diferencia notablemente a unos de otros. En este aspecto, es el Tenerife el que mejores condiciones tiene para encararla.

El regreso a la Segunda División golpea a todas las áreas de los clubes, pero es especialmente negativo para el ámbito económico. E ahí que el conjunto blanquiazul parezca tener ventaja a la hora de afrontar el brusco cambio. Aunque perderá una buena parte de sus ingresos -especialmente la cuantía que ha de percibir por el contrato de televisión que firmó con Sogecable es notablemente inferior en Segunda-, por las declaraciones de Miguel Concepción una vez finalizada la Liga el club está en disposición de hacer una apuesta ambiciosa. Además seguirá contando con una importante ventaja: su estabilidad institucional. Y para rematarlo tal y como se produjo el descenso, lejos de tener la necesidad de sacar futbolistas debido a su bajo rendimiento o mal comportamiento, hasta ha recibido críticas las decisiones de no renovar a José Luis Oltra y Chema Sanz y a futbolistas como José Antonio Culebras por su implicación con el club. Xerez y Valladolid no pueden contar lo mismo.

El club andaluz está al borde de ser intervenido judicialmente después de que el argentino Federico Souza, que compró por tres millones de euros el 52 por ciento de las acciones del club hace unos meses, decidiera dejar la presidencia. Junto a él se ha ido su equipo de trabajo. Frustrados por no poder gestionar con éxito el club. Junto a ellos se marcha Néstor Gorosito, que mantuvo al Xerez luchando por la permanencia hasta la última jornada cuando parecía estar desahuciado desde la primera vuelta. Además buena parte del plantel también deja la ciudad. Es más, sólo Bermejo y Mendoza parecen tener garantizada su continuidad.

El Valladolid no está en una situación tan crítica, aunque ello no significa que esté exento de problemas. Lo convulsa que resultó la Liga y el hecho de que contaba con muchos cedidos hacen que de cara al curso que viene sólo se quede con un mínimo grupo de jugadores, pues incluso no cuenta con muchos de los que tienen contrato en vigor, sobre todo, con los que protagonizaron los diversos escándalos que se dieron a lo largo del curso. Pelé, Medunjanin, Nauzet -ha afirmado públicamente que no se plantea quedarse en Valladolid-, Manucho, ... son algunos de los que tendrán que salir. En total el conjunto pucelano, que también busca técnico, podría desprenderse de hasta 19 futbolistas.

Además de lo anterior otro punto a favor del conjunto isleño es lo "bien" que ha encajado el entorno el descenso. En los dos casos anteriores, la afición se ha revelado. La vallisoletana porque se ha sentido engañada por una parte del plantel a la que acusan de falta de implicación. La del Xerez, por otro lado, anda crispada -el viernes hubo una concentración en Chapín- por la inestabilidad institucional.