La larga trayectoria de Santiago Llorente como director deportivo del Tenerife, club al que llegó en la temporada 1989/1990 para iniciar su primera etapa en la entidad blanquiazul, incluye tres proyectos de ascenso a la máxima categoría. En dos de ellos consiguió el propósito de sacar al equipo de la Segunda División, concretamente en los ejercicios 2000/2001 y, más recientemente, 2008/2009. El otro intento corresponde a la campaña 1999/00, en la que el representativo pagó el alto precio de la adaptación a la nueva competición tras completar una década en la élite. Con toda esta experiencia, el profesional vallisoletano trabaja con la idea de aumentar su elevado porcentaje de acierto e impulsar al equipo insular hacia otro ascenso.

Llorente se estrenó en el cometido de diseñar un equipo obligado a pelear por subir a Primera en el verano de 1999. Después de una década de éxitos en la Liga de las Estrellas, el Tenerife debía reciclarse a contrarreloj y sin margen de error, dado que necesitaba regresar cuando antes a la élite. El director deportivo hizo borrón y cuenta nueva y optó por prescindir de futbolistas que marcaron una época, como Juanele, Jokanovic, Chano, Mata o Llorente, y también le abrió la puerta de salida del club al joven valor de la plantilla, Roy Makaay, quien terminó fichando por el Deportivo. Para compensar estas bajas, apostó por refuerzos procedentes del extranjero, con la excepción de José Manuel Aira. Al defensa central se unieron en la pretemporada el argentino Hugo Morales, los brasileños Barata y Marcelo Santos, el colombiano Portocarrero, el ruso Igor Simutenkov y los portugueses Tiago y Costinha, quienes se acoplaron a un grupo que ya contaba con jugadores relevantes, como Montoya, Basavilbaso, Lussenhoff, Alexis, Ballesteros, Pablo Paz, Javi López, Pinilla, Mista o Pier. Al frente de este equipo puso a un entrenador sin experiencia en España, el italiano Mauro Sandreani, quien fue destituido con sólo dos meses de competición. Su sustituto, Castro Santos, logró acercar al Tenerife a los puestos de ascenso, pero tampoco obtuvo la plena confianza de los dirigentes y fue despedido para que Ángel Cappa tomara el relevo.

En medio de una temporada convulsa, en la que emergió el canterano Jordi Ocaña, se incorporaron en el mercado de invierno futbolistas que aportaron poco: Leandro Machado, Gustavo y Bruno Caires, ninguno de ellos español.

El Tenerife terminó la Liga en el decimocuarto puesto y se vio en la tesitura de volver a montar una plantilla para pelear por subir a Primera. En esta ocasión, Llorente cambió de estrategia y apostó por el producto nacional. Eligió a Rafael Benítez como entrenador y fichó, con un presupuesto limitadísimo, a jugadores jóvenes y poco conocidos, pero que han terminado por convertirse en futbolistas contrastados. Uno de ellos pertenece actualmente al club, el portero Sergio Aragoneses. Junto al gallego debutaron aquella campaña con el Tenerife Curro Torres, Luis García, José Luis Martí, David Charcos, Antonio Hidalgo, Julio Iglesias, Juan Jesús y Fran Caínzos. Muchos se incorporaron al equipo cedidos o llegaron a coste cero. La aportación del mercado extranjero tuvo al mexicano Torrado como único representante, aunque en la segunda vuelta el club consiguió el préstamo del argentino Marioni, procedente del Villarreal. En ese curso también hubo refuerzos de invierno, el defensa Álex y el portero Bartual, que no llegó a participar en la competición, mientras que Jacob se convirtió en el canterano con más minutos en Liga.

Sin duda, la plantilla del ejercicio 2001/2002 será recordada como una de las obras de mayor mérito de Santiago Llorente, quien sólo intervino con sus decisiones durante la pretemporada, ya que en septiembre aceptó una oferta del Real Valladolid para ejercer de responsable en materia de fichajes.

Siete años más tarde, el director deportivo repitió una creación similar, pues no dispuso de demasiado dinero para completar el plan que había iniciado Alfonso Serrano y acertó plenamente al poner a las órdenes de José Luis Oltra a Dani Kome, Alfaro, Richi, Juanlu, Ezequiel Luna, Luis García, Cendrós... El resultado fue el último ascenso del Tenerife a Primera División.

Ahora busca el mismo objetivo en el que será su cuarto intento, de nuevo con muchos retoques que dar a una plantilla que, por ejemplo, precisa de un nuevo técnico.