Pese a haber firmado otra temporada "bastante positiva" siendo uno de los fijos en el esquema del tercer clasificado de la Liga griega, el Paok, y haber ganado por ello el derecho de disputar la fase previa de la Champions a finales de junio, Vitolo sigue teniendo sus "puertas abiertas para el Tenerife". "Este equipo me lo ha dado todo y si en un momento determinado cree que puedo echar una mano no me importaría volver, aunque fuera para jugar en Segunda", reconocía ayer. "Es verdad que ahora mismo nuestros caminos están algo distanciados, pero no dudaría en regresar", añadía. Su predisposición, sin embargo, no rompe con el principal obstáculo que separa al futbolista del conjunto blanquiazul: los tres años de contrato que tiene firmados con el Paok, que, por otro lado, "ahora me da la oportunidad de jugar la Champions", colmando así "todas mis expectativas" futbolísticas.

En realidad, Vitolo mantiene abierta la posibilidad de recalar en el conjunto blanquiazul porque por encima de todo siente un gran cariño por el club de su tierra. De hecho tanto él como su familia son abonados de la entidad: "Quizás para otros equipos no estoy disponible, pero con el Tenerife se podría hablar y llegar a un acuerdo satisfactorio", sentenció.

El centrocampista, que está de vacaciones en la Isla, se quedó "muy mal" con el descenso a Segunda y piensa que al club "no le queda otra" que "levantar la cabeza y ascender el próximo año". Desde su experiencia considera que "faltó un poquito de madurez" para mantener la categoría. Y ahora ve "normal" que exista inquietud en el entorno: "El descenso fue un mazazo fuerte y para recuperarse hay que hacer bastantes cambios, aunque no soy quién para decir qué se debe hacer. Eso sí, tengo mi opinión. Creo que la gente que se va y los que se quedan han sido muy profesionales", concluyó.