DESDE que a finales de los años 60 comenzara la afición por los "fotingos" en nuestra isla, la actividad en torno a los mismos ha sido incesante. La fundación del Club de Automóviles Antiguos de Tenerife, en el año 1970, ocasiona que se comience a preservar y rescatar todos los "fotingos" de interés para los aficionados, sea cual fuere su estado así como el tipo. Gracias a ello, en la actualidad podemos contar un gran número de automóviles sin discriminación de marcas, pues lo importante es que se evite la desaparición de alguno de ellos.

Entre las actividades del Club de Automóviles Antiguos quizás la menos conocida sea la relacionada con exposiciones, pero no por ello carece de mérito, ya que en su haber figuran grandes celebraciones en esta categoría. La primera de ellas y que tuvo una amplia resonancia social es la 1ª Exposición Regional de Automóviles Antiguos, celebrada los días 23 al 28 de abril de 1977 con motivo de las Fiestas de la Cruz. Lo más llamativo de ella fue la concesión por la Dirección General de Correos y Telégrafos de un matasello especial por la serie de sellos puestos en circulación en ese mismo día y que tenían por motivos imágenes de automóviles antiguos. Aunque el recinto donde se celebró fue en el antiguo mercado municipal de la Isla de la Madera, no fue impedimento para su esplendor. Años más tarde, se vuelve a repetir la experiencia y vuelve a obtener el éxito de la anterior. La entrada en ambas ocasiones fue gratis.

Los años transcurren y no cabe duda de que todo cambia y, sin ánimo de comparar, nosotros añoramos aquellos viejos tiempos en que imperaba y unía la afición por los "fotingos", junto con la valoración personal que se le daba a cada uno de los propietarios por su esfuerzo para restaurarlo o, por lo menos, volver a poner en marcha aquel amasijo de hierros en que se había convertido un coche y no como sucede en la actualidad, que más de un ejemplar luce más esplendoroso que cuando salió de fábrica y, para más "inri", ni siquiera posee "pedigree" canario, aunque no por ello deben ser excluidos.

La sensación tras la visita a la reciente celebración de "Autoépoca 2010" no nos dejó buen recuerdo. En primer lugar desconocemos las normas selectivas -si existen- que se emplearon para aceptar un determinado vehículo, pero sí podemos decir que allí se expusieron ejemplares con graves errores de restauración, lo que lleva a la confusión a los más legos en la materia. Nos sorprendió que, a pesar del gran espacio para exponer, aunque reducido con respecto a años anteriores, hubiera automóviles repetidos, así como que un mismo colaborador concurriera con más de un ejemplar, privando con ello la oportunidad de que su lugar lo ocupara otro concursante. Nos extrañó que la "estrella de la exposición" que era el Centenario del Real Automóvil Club de Tenerife no brillara con luz propia, sólo una pequeña revista gratuita y un "stand" del mismo fue todo nuestro consuelo. Esperábamos encontrar una más amplia información gráfica sobre esta importante efeméride de la veterana asociación y nuestro gozo en un pozo.

Esperamos y deseamos que la nueva generación, que son nuestros herederos de la afición y de los "fotingos", comience a hacer acto de presencia y, con nuevos tiempos y nuevos conceptos, llegue la mejoría.