El desenlace de la Copa del Rey, que tendrá lugar en el Camp Nou de Barcelona, será una final inédita entre dos históricos, el Atlético de Madrid, que buscará el doblete en esta campaña tras el éxito de la Liga Europa, y un Sevilla FC que ansía levantar su sexto título en los últimos cuatro años.

Un ambiente espectacular, con unos cuarenta mil espectadores por cada equipo, añade más ingredientes a un partido que promete fútbol, intensidad y tensión en un nuevo capítulo de la máxima rivalidad de los últimos años entre ambos conjuntos, de los que hoy saldrá el campeón de la presente edición de la Copa.

La formación andaluza no ha desplegado un fútbol brillante en esta campaña, hasta el punto de que las dudas en el rendimiento forzaron la destitución de Manolo Jiménez como técnico y la llegada al banquillo de Antonio Álvarez.

Pese a esa irregularidad, la calidad del bloque que se ha asentado en los últimos años dio para llegar a los octavos de final en la "Champions", ser cuartos en la Liga y a la final de la Copa, con eliminación incluida del FC Barcelona.

Para este partido, Álvarez acude con una plantilla muy mermada tanto en la defensa como en el ataque, por lo que ha tenido que echar mano de varios jugadores de la cantera. A las conocidas bajas por lesión en la zaga de Fazio, Dragutinovic o Fernando Navarro, se unen otras en la delantera como las de Acosta, Negredo, éste por sanción, y la más llamativa, la de Luis Fabiano, quien no se ha recuperado de un problema muscular.

Con todo, Álvarez dispondrá de una alineación de garantías en la que no faltarán jugadores como el meta Andrés Palop, los desbordantes Jesús Navas, Diego Capel y Diego Peroti o el delantero malí Frederic Kanouté. Son altas para el choque de hoy el lateral derecho Konko, tras cumplir sanción, y Adriano, quien podría jugar en el lateral izquierdo después de superar una lesión muscular.

Enfrente estará el Atlético, que no levanta un título de Copa del Rey desde hace catorce años, demasiado tiempo para el cuarto club más laureado en este torneo y que, apenas una semana después de conquistar la Liga Europa, ya tiene la mente en el "doblete", un éxito impensable hace unos cuantos meses.

La llegada al banquillo de Quique Sánchez Flores y, sobre todo, la convicción del conjunto rojiblanco en las eliminatorias a doble partido, alejada de su desesperante irregularidad en la Liga, han transformado radicalmente las sensaciones de una temporada que, con una victoria hoy, sería casi perfecta para el club madrileño.

De momento, el Atlético ya tiene un título, la Liga Europa, y opta hoy al segundo, en un choque en el que el técnico saldrá con toda su artillería, liderada por Diego Forlán, autor de los dos tantos de la final continental frente al Fulham y que hoy cumple 31 años, y Sergio "Kun" Agüero.

El ariete uruguayo, que nunca ha marcado gol al Sevilla, aunque lleva 145 goles oficiales en España, y el atacante argentino, un futbolista decisivo y fundamental para su equipo, formarán la delantera rojiblanca, acompañados en las bandas por Reyes, que se mide al club en el que creció como futbolista y con el que debutó en Primera División, y Simao.

De su inspiración atacante dependen muchas de las opciones del Atlético, aunque el conjunto madrileño presenta también argumentos convincentes en el centro del campo, con Assuncao y Tiago, la única novedad del once respecto a la pasada final de la Liga Europa en sustitución de Raúl García.

El equipo también ha crecido en defensa. La seguridad de David de Gea en la portería, la fiabilidad de Álvaro Domínguez y la velocidad de Perea, han devuelto solidez a la retaguardia en los últimos meses.

Los tres, junto a Ujfalusi y Antonio López como laterales, completarán el once en Barcelona, donde Quique Sánchez desplazó a todos sus jugadores disponibles, con las únicas bajas de Sergio Asenjo y Borja González, con sendas roturas del ligamento cruzado anterior de la rodilla, además de Pernía por una gastroenteritis.