El Tenerife jugó por última vez en el estadio Vicente Calderón el 5 de noviembre de 2000. Lo hizo una fría mañana de domingo defendiendo su recién estrenada condición de líder de Segunda División y con el resultado final de 1-2. Este triunfo afianzó al frente de la clasificación al equipo que en aquella temporada entrenó Rafael Benítez y situó en puestos de descenso a un Atlético de Madrid que sufrió para adaptarse a la categoría a la que cayó la campaña anterior. El desenlace de la Liga pasó a la historia. Los blanquiazules subieron a Primera y los rojiblancos se quedaron un año más en el "infierno".

Nueve años y medio después, Atlético y Tenerife se vuelven a encontrar en situaciones muy diferentes pero con un vínculo con el pasado, la participación de un futbolista que fue titular en el choque celebrado en la campaña 2000/01. Se trata de Sergio Aragoneses, que se había incorporado unos meses atrás al representativo, procedente del Pontevedra, y que cubrió la portería del representativo en un campo que años más tarde se convertiría en su casa deportiva. "Fue un triunfo muy importante para lograr al final de la Liga el objetivo del ascenso", recordó el guardameta gallego, que formó parte del "once" junto a Curro Torres, Lussenhoff, Jacob, Basavilbaso, Torrado, Dani, Martí, Mista, Barata y Luis García, que fue el autor de los dos goles del Tenerife. Por el bando contrario marcó antes el ex blanquiazul Carlos Aguilera.

Casualmente, a Sergio tampoco se le dio mal su siguiente visita al Vicente Calderón. En la segunda vuelta del curso 2004/2005 salió del Atlético para jugar cedido en el Getafe que dirigía desde el banquillo Sánchez Flores. En la última jornada de Liga se disputó el duelo de rivalidad regional en el campo ubicado junto al río Manzanares. El encuentro terminó con un empate a dos goles y contó con la participación de Kome.

En medio de estas dos etapas, intervino seis veces en el estadio del Atlético siendo el portero local y únicamente salió derrotado dos veces, con el Real Madrid y el Zaragoza como adversarios y con el mismo resultado, 1-2. Aunque su carrera como rojiblanco sólo incluyó catorce participaciones en la Liga, Aragoneses admite que aprendió "muchas cosas" en los dos años que permaneció ligado al club madrileño. "Fue un orgullo haber estado ahí", asegura el gallego, que califica como "especial" su retorno al estadio colchonero, donde podrá saludar a antiguos compañeros como Pablo, López o Perea.

Como en el año 2000, confía en que el Tenerife sorprenda mañana a su ex equipo. Para ello considera fundamental que el conjunto insular juegue con "intensidad y concentración", ya que si los de José Luis Oltra manejan "esas pautas", se "sueltan" en ataque y se muestran "seguros" en defensa, tendrán "mucho ganado". En cuanto al estado anímico de la plantilla, afirma que el triunfo de hace dos jornadas en El Molinón ha dado "alas y confianza" a los blanquiazules, a los que se les daba por "desahuciados" antes de vencer al Sporting.