L A ÚLTIMA JORNADA, de una temporada deportiva siempre viene cargada de muchas emociones. Emociones deportivas, por conocer el desenlace final de la clasificación y sus consecuencias posteriores, y emociones personales, por el cierre de un ciclo en el que, para algunos, puede suponer un punto y final con sus respectivos equipos.

Para nuestros tres representantes se abren sendos frentes bien diferentes. El Socas Canarias tiene garantizada su continuidad en la competición. Su encuentro de hoy, junto con no pocas combinaciones con los demás partidos, le ubicarán en una definitiva posición que le permita conocer qué rival y en qué condiciones, afrontará la primera eliminatoria por esa segunda plaza de ascenso a la Liga ACB.

La Palma es quien no sabe si se despide o continúa en la competición. Tiene el semáforo en ámbar. Su primera condición es ganar en casa a Cáceres. Miraflores ha sido el gran valedor de los palmeros a lo largo de la temporada. Hoy no pueden fallar. Lo negativo, radica en la necesidad de esperar por otro resultado para alcanzar la novena posición. En la grada se vivirá un partido con la vista en la cancha y el oído en la radio.

Quien se despide de la temporada es el Tenerife Rural. Después de otro año con enormes dificultades y con el peligro deportivo que acechó a la entidad en las primeras jornadas de competición, han terminado el año en tierra de nadie. Dadas las circunstancias, se puede catalogar con un aprobado alto la trayectoria deportiva de los de Iván Déniz.

Cierra la temporada ante uno de los equipos más en forma de la competición y de los que me merece mayor interés deportivo. Tiene talento individual y parecen haber conseguido lo que dejaron escapar en la temporada anterior, cohesión colectiva.

Hoy estaremos en el Santiago Martín, como casi toda la temporada, para participar de esa despedida. Y estaremos, por encima de todo, para arropar a nuestro entrenador y a su familia. ¿Qué mejor escenario que en un partido de baloncesto, para estar cerca de Sonia, de Alberto, de Iván, de Óliver... de Vane? Un escenario donde ella se sentía orgullosa de mirar al banquillo local y ver a su hermano como primer entrenador del Tenerife.

La conocí desde muy pequeña. Siempre me vienen a la memoria anécdotas de aquellos campamentos en Ten-Bel, ¿te acuerdas Iván?

No encuentro consuelo para ustedes. Nada podrá ser igual, sobre todo para ti, Sonia. Pero estoy convencido que no les van a faltar momentos de alegría para mitigar ese desánimo. Ella les ha pedido que no la olviden. Su mejor recuerdo sólo puede ser valorar el regalo que ha supuesto tenerla con ustedes. Les deja un ejemplo de lucha, de superación, de humildad y de mucho cariño. ¡Mucho ánimo!