polonia 32

españa 26

PoloniaSzmal; Jurasik (5), Marcin Lijewski, Jaszka (3), Bielecki, Tluczynski (3, 2p) y Bartosz Jurecki (6) -inicial- Wyszomirski (ps), Krysztof Lijewski (3), Kuchczynski (2), Jachlewski (2), Siodmiak (1), Zoltak (1), Michal Jurecki (3), Jurkiewicz y Rosinski (3).

EspañaHombrados; Víctor Tomás (3), Gurbindo, Prieto (1), Ugalde, Morros y Raúl Entrerríos (2) -inicial- Sierra (ps), Alberto Entrerríos (2), Garabaya (1), Aguinagalde (2), Juanín García (3), Romero (8,7p), Malmagro (4), Chema Rodríguez y Aguirrezabalaga.

ÁrbitrosOlersen y Pedersen (Dinamarca). Excluyeron a Siodmiak (2), Bartosz Jurecki (2) y Zoltak por Polonia; y a Chema Rodríguez y Prieto por España.

Marcador cada 5 minutos3-2, 5-3, 7-5, 9-6, 12-7 y 13-9 (descanso) 16-12, 21-16, 25-18, 27-21, 30-23 y 32-26 (final).

IncidenciasOlympiahalle, unos 7.000 espectadores.

España dio un paso atrás en sus aspiraciones de alcanzar las semifinales del Campeonato de Europa, tras perder por 32-26 ante Polonia, en un encuentro en el que careció en ataque de la paciencia que tan buenos resultados le había dado.

Los buenos resultados cosechados en la primera fase, así como la temible primera línea del conjunto polaco, que el seleccionador español Valero Rivera considera la mejor del torneo, propiciaron que España volviera a apostar por una defensa 5-1, aunque esta vez con Ugalde en el puesto de avanzado.

Una solución, que al menos de salida, sirvió para contener a los cañoneros polacos, aunque lástima, no para frenar al pivote Bartosz Jurecki, que no desaprovechó los espacios dejados por el entramado defensivo para perforar una y otra vez la portería española.

El juego ofensivo de España se canalizó por el pivote Julen Aguinagalde, que con los tres penaltys que forzó de inicio, mantuvo vivo al equipo en el marcador (5-4).

Sin embargo, España no logró nunca en ataque la continuidad necesaria ni con Raúl Entrerríos, que actuó al principio, ni con Chema Rodríguez en la dirección.

Un problema que no tardó en traducirse en constantes pérdidas, que permitieron a Polonia poner en práctica sus rápidas transiciones, uno de los temores de Valero Rivera en la previa, que le bastaron para dar un peligroso estirón en el marcador (11-6).

Por fortuna para la selección española, Polonia no acabó de sacar el máximo rendimiento a tan favorables circunstancias y dejó viva a España, que llegó al descanso con una desventaja de 13-9, que permitían soñar con la reacción, que tampoco llegó con el cambio a una defensa 6-0, que se mostró igualmente incapaz. La clasificación no está perdida.