El Pabellón Municipal Juan Ríos Tejera, bautizada como la nueva "catedral" cestista de la Isla -lamentablemente La Laguna sufre estos días el derrumbe de la vieja cancha Anchieta, cuna que fuera del propio CB Canarias y del decano CB Juventud Laguna- vivirá hoy, a partir de las 21:00 horas, uno de esos encuentros especiales. Llega el "derby chico", ese clásico de rivalidad provincial que protagonizarán el Socas Canarias y el UB La Palma.

Con el lleno asegurado y la presencia confirmada de una nutrida representación de la hinchada de Miraflores, el Ríos Tejera se convertirá en el centro de atención del baloncesto canario, con dos colores marcando las diferencias: el amarillo y el negro, que los seguidores del club nacido en 1939 se han encargado de convertir en un verdadero sentimiento.

Jugar en casa, al amparo de más de 2.700 gargantas que llevan en volandas a los hombres que entrena Alejandro Martínez, hace que el Socas Canarias afronte el encuentro con el cartel de favorito.

Porque la trayectoria canarista en casa y los resultados del UB La Palma lejos de Miraflores, así como los datos estadísticos y la clasificación juegan a favor del anfitrión.

Sin embargo, hay que reconocer que el conjunto que dirige Rafa Sanz -prometió que lo de golpear la silla y otras cosas salidas de tono que protagonizó en su última visita oficial a La Laguna no se volverán a repetir- viene con la moral que concede el encadenar tres victorias consecutivas -Axarquía, ViveMenorca y Breogán-, dispuestos a dejarse la piel en la pista por brindar una nueva alegría a sus incondicionales.

El plantel de Miraflores se caracteriza esta temporada por su tremenda dureza a la hora de defender, uno de los argumentos del "coach" andaluz para tratar de sorprender al Canarias.

El poder interior del ex aurinegro David Padgett y del colombiano Juan Palacios, con capacidad para desequilibrar incluso de falso pívot, junto al buen relevo que está ofreciendo el descaro de Sergio Olmos y Jan Orfila, harán de la pintura una zona no apta para concesiones.

Esto, unido a la sabiduría cestista de tres "viejos zorros" del parquet: Josemi García, Sebas Arrocha y Raúl Mena, sin olvidarnos del alero gigantón Luis Felipe Gruber, convierten al visitante en un equipo complicado de batir. Es más, el que se verá esta noche en la cancha del barrio de San Benito será el mejor UB La Palma de su historia, un bloque compacto, muy bien dirigido desde el banquillo, llamado a colarse, por méritos propios, en esa famosa lista de participantes en los "play-offs" de ascenso a la Liga ACB. ¿Se imagina el aficionado de uno y otro equipos que en el primer cruce de octavos de final se viviera un Socas Canarias-UB La Palma?...

El Socas Canarias volverá a recurrir a sus escoltas Jaime Heras y Dan Cage para ayudar a Iker Urreizti en la subida del balón. La nueva lesión de Garrido castiga al equipo aurinegro, incapaz de disfrutar de dos semanas consecutivas con todos sus efectivos al cien por cien físicamente.

Una circunstancia que no incomoda en demasía pues en las citas anteriores los partidos se han saldado con triunfos.

El juego canarista debe basarse en una buena labor defensiva, con Jakim y Richy dominando el rebote e impidiendo que los altos jugadores del UB puedan recibir y resolver con comodidad. Sacar esa mano para evitar el triple de sus exteriores también entra en el paquete de medidas para frenar el buen trabajo del rival.

Si se es fuerte atrás y se juega con descaro arriba, la decimotercera victoria subirá al casillero.