Pese a lo peligrosamente cerca que está Tenerife de la zona de descenso -sólo lo separa un punto-, aún en el vestuario no se ha encendido la luz de alarma. Los blanquiazules se aferran al hecho de que dependen de sí mismos para evitarla: "Estamos en la situación a la que creíamos que podíamos llegar en una categoría nueva y enfrentándonos a rivales de máximo nivel", dijo ayer Ricardo. En su discurso fue claro: "Tenemos que salvarnos lo antes posible. Es cierno que nos gustaría estar mucho más arriba, lejos de estos puestos, pero aún no hemos caído en descenso y trataremos de no hacerlo", prometió. En esta línea, recalcó que él mismo firmaría acabar la Liga en la actual posición clasificatoria: "Hay que tratar de no caer en barrena, en los puestos de descenso, porque luego va a ser difícil salir", añadió. De ahí, la importancia del partido del domingo en Almería: "Nos está costando puntuar fuera y éste es un campo propicio. Es un rival acorde a nosotros y vamos a intentar batirlo con nuestras armas", adelantó. Ricardo no esconde que desde la llegada de Juanma Lillo, los jugadores del cuadro almeriense "andan fuertes y motivados". Los cuatro puntos que han sumado en las dos jornadas que lleva en el banquillo lo demuestran: "Es cierto que seguro que muchos jugadores han vuelto a nacer. Tendrán ganas de demostrar y hay que tratar de superar ese obstáculo: su motivación", destacó. Para lograr la primera victoria como visitante, piensa que el Tenerife debe ser el mismo: "Si el año pasado fuimos uno de los mejores fuera de casa fue por algo. Siempre fuimos fieles a nuestro estilo en Segunda y ahora en Primera, también", afirmó, evidenciado que está en contra de la corriente de opinión que pide el cambio. "Hay que intentar evitar esos errores, pequeños detalles que nos están costando los partidos y, a partir de ahí, jugar y aprovechar las opciones que siempre tenemos".