Leo Messi y el Barcelona ganaron todo lo imaginable durante 2009. Todo. Cristiano Ronaldo fue el actor principal de la mayor operación mercantil de la historia del fútbol a nivel mundial y se convirtió, de paso, en el símbolo de la reconstrucción galáctica. El año, para los tres, fue de película.

Unh año inolvidable.- El Barcelona basó su inolvidable temporada en cinco días de mayo. El 2 arrasó el estadio Santiago Bernabéu con seis goles -dos de la estrella argentina, Leo Messi- y puso fin tanto a la persecución alocada del Real Madrid como a los tres años de presidencia de Ramón Calderón. Cuatro días después se clasificaba para la final de la Liga de Campeones con un milagro, en forma de gol por la escuadra, de Andrés Iniesta al Chelsea.

El referente.- Messi, un jugador mayúsculo que actúa en el mejor equipo posible para sus características, fue la imagen de marca del Barcelona de los seis títulos, obtenidos básicamente a partir de un fútbol que aúna espectacularidad y eficacia. Justo lo que representa el delantero argentino.

Cristiano Ronaldo, un jugador superlativo proclive a sobreactuar, entregó el testigo de los premios individuales a Messi, y su entonces equipo, el Manchester United, el de los colectivos al Barcelona en la final de Roma, pero su impacto deportivo e icónico le devolvió rápidamente al primer plano de la actualidad.

Vuelve Florentino.- El retorno de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid, en un periodo económico que desaconsejaba las transacciones de alto riesgo, fue abrumador. En pocos días la segunda versión galáctica se construyó con casi 300 millones de euros para lo más selecto y caro del mercado: Kaká, Karim Benzema y, sobre todo, Cristiano. Sólo éste supuso la tercera parte del gasto.

Pellegrini, el elegido.- El nuevo proyecto del Real Madrid, con el chileno Manuel Pellegrini de técnico, parece haber relegado al olvido la afrenta del 2 de mayo, la estrepitosa eliminación europea ante el Liverpool y cualquier secuela del régimen anterior. Con todo, el "trienio negro" dejó como legado dos títulos de Liga, Gonzalo Higuaín y Lass Diarra.

El encuentro.- Leo Messi, Cristiano Ronaldo y el Barcelona comparecieron juntos en el momento supremo del año, la final de la Liga de Campeones, en Roma. Haendel atronó en honor al Barcelona, su fútbol de alta definición y su año de cine. A Ronaldo la munición le duró veinte minutos. Leo Messi marcó el último gol, de cabeza, ante un portero de casi dos metros. En la final del Mundialito de clubes lo hizo, en el último momento, con el escudo de la camiseta. Lo que faltaba. 2009, El Año de "La Pulga", pero también hay que resaltar la aparición de un jugar clave en cada uno de los títulos logrados por el equipo culé: el tinerfeño Pedrito.

De Abades a tocar el cielo.- El jugador tinerfeño, formado en las categorías inferiores del equipo blaugrana, estaba en el mejor lugar y en el mejor momento, ya que la llegada de Pep Guardiola al banquillo del Barça fue la clave para que se produjera la "explosión" de Pedrito. El técnico le dio oportunidades y confió en él y el jugador respondió con goles y, sobre todo, con entrega, intensidad y mucho desparpajo.

Historia del fútbol.- Para cerrar un año de ensueño, el futbolista de Arico entró en la historia del fútbol al ser el único jugador que ha marcado en todas las competiciones en una misma temporada, un logro muy difícil de igualar.

Recobrando la ilusión.- El "desembarco" de estrellas al Real Madrid destapó, de nuevo, la ilusión entre los madridistas, que sueñan con reverdecer épocas pasadas y también con ver a su equipo haciendo el fútbol que gusta al Bernabéu. De momento, las cosas han mejorado en los últimos partidos, pero no se están cumpliendo las expectativas iniciales.

Más de lo mismo.- El 2009 acaba con Barcelona, al igual que hace un año, marcando las diferencias, aunque quizá sin la brillantez de entonces pero con la misma efectividad. Líder en la Liga, en la Champions y clasificado en Copa.