Ante un homenaje que se vaticina, en todos los aspectos, de mucho éxito, dirigido al púgil tinerfeño Domingo Barrera Corpas, que se retiró del cuadrilátero en el año 1976, homenaje que será promovido por nuestras máximas entidades pugilísticas y con importantes apoyos institucionales y empresariales, es conveniente recordar ahora que Barrera Corpas ha sido, sin ningún género de dudas, uno de los púgiles de más brillante historial de las Islas Canarias, tanto en el terreno amateur como en el profesional. La mejor prueba, su trayectoria, su formidable campaña que, en síntesis, es la siguiente:

Nació en Candelaria el 9 de mayo de 1943. Debutó como amateur a los 18 años, teniendo en su rincón del cuadrilátero a Gaspar Santacruz, el preparador que le descubrió, le pulió y le catapultó a metas muy importantes. En los Campeonatos Nacionales celebrados en Tenerife, año 1963, se proclamó titular de los ligeros tras vencer a Veres, Yanclo II, Tejera y Valentín Pérez. Viste por primera vez la camiseta internacional en Argelia, donde se impuso a Bounaf. El mismo año toma parte en los Juegos del Mediterráneo, que tienen como sede Nápoles, venciendo al griego Kapaidike, al yugoslavo Benedeck para ser superado por el italiano Sabri. Aquel año Corpas termina derrotando ampliamente por puntos a su paisano Miguel Velázquez, que luego se convertiría en el único campeón mundial que ha tenido Canarias en el boxeo profesional.

1964.- Internacional frente a Francia, en Madrid, derrotando a Jacques Cotot. Y en la capital de España revalida su título español de los pesos ligeros eliminando del torneo a Ureña, Sedano, González y Peñuelas. Marcha a Portugal y derrota a Alves. Y en Tenerife, en famosa e inolvidable revancha, derrota al italiano Sabri, en el encuentro España- Italia, que puso el cartel de "No hay entradas" en la taquilla de nuestro coso taurino. De nuevo, internacional, ante Marruecos, siendo vencedor de Hasan Koba.

Ha demostrado ser el púgil español más capacitado para ir a las Olimpiadas de Tokio. Su actuación es sencillamente extraordinaria. Derrota al alemán oriental Schmitt -era la primera victoria de la numerosa expedición olímpica española-, al argentino Héctor Pace y le dan perdedor, en un veredicto realmente desacertado, frente al zurdo irlandés Jimmy Derek.

Domingo Barrera Corpas ingresa en filas. Y con escasa preparación acude a Berlín Oriental para tomar parte en los Campeonatos de Europa. Es vencido por el húngaro Ivon Toht. Igual le sucede en Munich, donde el italiano Scano le supera en los Campeonatos Mundiales Militares. Corpas iba militando en los pesos welters, que no era, precisamente, su habitual categoría. Pero tiene la suficiente fuerza de voluntad para proclamarse, por tercera vez, campeón de España, ahora en los pesos superligeros, y en Salamanca, imponiéndose sobre Joldrá, Calzada, Marti y Llácer.

1966.- Será su último año como amateur. En Trieste, tras vencer al norteamericano Eddie Harris, le dan perdedor ante el italiano Riga, separándole, por tanto, de los Mundiales Militares. En Madrid, de nuevo, le proclamaron líder de los superligeros a raíz de sus triunfos sobre Mequínez, Ramos, Aguilar y Hussein.

Allá lejos de su terruño, en París, nuestro Barrera Corpas celebraría su último combate como amateur tomando parte, como siempre, en las filas del equipo español. Él y el galo Picone se repartieron los honores del match nulo.

Cien combates amateurs, escasísimas derrotas, un buen puñado de victorias, protagonista en Campeonatos de Europa, Mundiales Militares, Juegos del Mediterráneo y Olimpiada. Ha sido uno de los púgiles amateur de más brillante y dilatado historial que ha tenido España.

Ante una gran expectación, Barrera Corpas debutó en el campo profesional el 5 de noviembre de 1966 enfrentándose, en su tierra natal, al púgil grancanario José "Calderín" Fontes, que abandonó en el quinto asalto en un combate pactado a ocho "rounds". Boxeadores tan característicos de la época como Halimi, Raúl Tejera, Neches, Lelo Suárez, Riera o Johnny White, son derrotados por a quien ya se le conoce como " El Ciclón del Atlántico" por su trepidante y espectacular cadencia sobre el cuadrilátero. Siguen sus victorias sobre Tony Ortíz, Jess Green, Valerio Núñez, Efren Donati, Jarmo Berglof, Olli Maeki , ex campeón de Europa; y Roberto Marthon. Ganó el título de Canarias de los pesos superligeros, en Las Palmas, venciendo por puntos a Carlos Viera "Montenegro".

El combate del siglo.- Tras veintiún combates imbatido, Barrera Corpas, junto a su paisano Juan Albornoz Hernández "Sombrita", va a disputar el que se tituló como "El combate del siglo en Canarias". La fecha: 15 de junio de 1968. Estaba en juego el título de España de los pesos superligeros, que poseía Sombrita. Máxima expectación en la santacrucera plaza de toros, escenario muy habitual para el pugilismo en aquella "época dorada de los 60". Tras doce interesantes asaltos, Sombrita revalidó su simbólica corona nacional. Ambos púgiles figuraban por aquel entonces en el prestigioso "ranking" mundial de la revista norteamericana "The Ring", que dirigía Nat Fleischer. En el citado combate, Corpas tenía 25 años y había disputado, como ya hemos apuntado, 21 combates; y Sombrita, con 34 años, atesoraba un historial de 83 combates, con 14 campeonatos de España y 4 de Europa.

Pero Barrera Corpas, ante aquel tropiezo, no se doblegó; y consigue resonantes triunfos antes del límite frente a los italianos Giuseppe Sabri y Zanirato ; y los peninsulares Mancheño II y Escuín. Vuelve a derrotar, ahora en Madrid, al argentino Valerio Núñez, que había sido un calificado "verdugo" del citado "Sombrita". También, en la capital de España, intenta, con suerte adversa, optar al título nacional de los superligeros que por aquel entonces -21 de marzo 1970- poseía el madrileño Tony Ortiz.

La gran oportunidad.- A raíz de cuatro victorias consecutivas ante el grancanario "Cloroformo" Cabrera, el lanzaroteño "Kid Levy", el madrileño Roque Cañada y el africano Joey Yakinini, a Barrera Corpas se le presenta la gran oportunidad de su vida: disputar el título mundial, según versión Asociación. En Buenos Aires le espera el campeón, el argentino Nicolino Locche, "El Intocable". Aquel 3 de abril de 1971, en el famoso "Luna Park" , para uno de los tres jueces, Domingo Barrera Corpas, es el nuevo campeón. Pero los otros se inclinaron por el ídolo local. En el rincón del púgil tinerfeño estaba Rogelio Alberto, el popular masajista del Club Deportivo Tenerife que, en aquella ocasión tan especial, se ocupó de preparar concienzudamente a Corpas. Antes del citado enfrentamiento, Rogelio nos había confesado: "Por mis manos han pasado un sinnúmero de grandes deportistas pero, para mí, he tenido dos realmente excepcionales; Tomasito, el extremo del Tenerife, y Barrera Corpas ya que éste, en plena contienda, tenía apenas cincuenta pulsaciones"... Y Domingo tuvo que hacerlo muy bien en el citado "Luna Park" bonaerense porque el 9 de octubre del mismo año, y ahora en Génova, se le presentaba una nueva oportunidad para disputar la corona universal de los superligeros, ahora en la versión del Consejo Mundial del Boxeo, y que poseía el trasalpino Bruno Arcari. Fue el denominado "Combate de la moneda" ya que fue precisamente una de esas piezas la que, lanzada con potencia y puntería desde las gradas, impactó en una zona vital del isleño, obligando a éste a no seguir en la lucha. Se estaba disputando el décimo asalto.

En las postrimerías de su carrera profesional, Barrera Corpas consiguió el título español de los superligeros al derrotar, por lesión, en el undécimo asalto, al ya mencionado Enrique Levy Hortolá "Kid Levy", en la mudéjar Plaza de Toros de Tenerife, el 1 de enero de 1973. El título lo perdió, en idéntico escenario, al siguiente mes, ante el asturiano Fernando Pérez. En su penúltimo combate, y teniendo como marco La Coruña, intentó apoderarse de la diadema española de los welters, pero el campeón, el gallego González Dopico, le frenó en su intento.

Adiós definitivo.- En su isla natal, en Tenerife, el 11 de octubre de 1976, Domingo Barrera Corpas tras derrotar el grancanario Francisco Trujillo Artiles "Paquillo", colgó definitivamente los guantes de boxeo. Como profesional, y en síntesis, había disputado cincuenta y dos combates, con muchísimas más victorias que reveses. Fue campeón de Canarias, de España y, por dos veces, disputó el título mundial. Notable balance. Por todo ello, en su próximo homenaje, Domingo Barrera Corpas se verá respaldado por aquellos numerosos aficionados que aún recuerdan su ímpetu, su coraje y su entrega total sobre el cuadrilátero. Y máxime en esta ocasión cuando, recientemente, y en su pueblo natal, Candelaria, le han puesto su nombre a una calle que mira directamente al mar, a ese Atlántico del que Corpas fue todo un "Ciclón".