El Tenerife va a ser inflexible con el reparto del dinero destinado a fichar. Por muy caro que esté el mercado y aunque sigan haciendo falta dos o tres refuerzos, el club no invertirá ni un euro más del que está previsto. "No podemos hacer locuras, porque de donde no hay, no se puede sacar", explicó ayer Miguel Concepción en el momento de exponer sus planes, cuando apenas queda una semana y media para que se cierre el plazo de inscripciones de nuevos futbolistas.

De los poco más de 20 millones de euros de presupuesto, el Tenerife reservó casi la mitad para gastos relacionados con los contratos de los jugadores y un 30 por ciento para rebajar una deuda cercana a los 33 millones. La parte restante se dejará para cumplir con la cadena de filiales y con los empleados, entre otros compromisos. De la partida principal todavía quedan fondos para incorporar a los "dos o tres refuerzos que faltan". Al respecto, el dirigente recordó que "el mercado está parado" y que "todo el mundo está esperando para ver lo máximo que puede sacar", al igual que el Tenerife, que también entra en un "juego" en el que no va a arriesgar. De hecho, si no se cubren las carencias de la plantilla antes del inicio de la Liga, en el club analizarán la situación en diciembre y realizarán "un sobreesfuerzo" en el período invernal. No obstante, Concepción quiso ser optimista, pues "quedan días y uno, dos o tres jugadores vendrán".

En ese sentido, apuntó que si reconoce que hay refuerzos pendientes, es porque "hay disponibilidad en la parte presupuestaria", así que pidió dejar a un lado las preocupaciones, porque el Tenerife será un competidor "digno" en la carrera hacia "la permanencia".

A partir de ahí, Concepción confía en que el equipo se "consolide poco a poco" en la categoría, que es lo que "se promete y se quiere hacer", dentro de un proyecto de "tres o cuatro años" de duración que tiene como meta cancelar la deuda del club para poder luego "dedicarle más al área deportiva".

El motor de ese proyecto no es otro que el "rendimiento colectivo" de un Tenerife al que no le hacen falta "estrellas", ya que estas "no aportan", pues "lo que verdad se nota en el campo es la regularidad y el grupo". Esa es la filosofía que ha seguido la entidad en los últimos años y la que derivó en el ascenso. "La llave está en el bloque. No tenemos que mirar a los demás, sino ser optimistas", dijo.

Con todo esto, Santiago Llorente trabaja "sin presión" y con un presupuesto limitado para "conseguir lo mejor posible". Y aunque la afición pueda tener dudas, Concepción insistió en la conveniencia de "tener los pies en el suelo" y evitar "lo de antaño", es decir, "estar por encima de nuestras posibilidades, porque eso sería engañarnos, ya que si sale mal, no sólo no logras el objetivo, sino que dejas al club más hipotecado. Con lo que hay y un poco más que se pueda añadir, vamos a tener, dentro de nuestras posibilidades, un equipito que no será fácil de batir y que tendrá la salvación como objetivo".