La estadounidense Serena Williams, número dos del mundo, aseguró hoy que no piensa "en una final con Venus" tras clasificarse para disputar las semifinales femeninas de Wimbledon, un torneo en el que el pasado año sucumbió en la final contra su hermana mayor.

La norteamericana no dio cabida a la sorpresa al eliminar a la bielorrusa Victoria Azarenka, cabeza de serie número ocho, con una victoria que le lleva a enfrentarse ahora con la jugadora rusa Elena Dementieva.

Tras una hora y quince minutos para derrotar a su rival por 6-2 y 6-3, Serena deja abierta la puerta para cobrarse la revancha, potencialmente, ante su hermana Venus.

Ante esta posibilidad la jugadora se mostró cautelosa: "Ahora mismo no pienso en una final con Venus, sólo en ganar la próxima ronda, que será dura", dijo.

Al preguntarle si, como había comentado su hermana mayor, ella también se sentía "casi invencible" en la hierba de Wimbledon, Serena respondió: "¿Si yo me siento invencible? Genial. No, no me siento así pero sin duda debería tener también esa actitud y voy a intentar sentirme así también".

En cuanto al estado actual de su tenis, la jugadora se mostró claramente satisfecha a la par que crítica. "Creo que el estado de mi tenis es satisfactorio pero pienso que podría sacar y restar muchísimo mejor de lo que lo hago. Y ojalá lo logre en el siguiente partido", expresó.

Serena elogió también el nivel de Dementieva, su próximo escollo en el All England Club, una jugadora a la que conoce bien. "He jugado con ella muchísimos partidos en los últimos meses y es una jugadora muy poderosa. Será un gran partido", dijo.

Además, añadió que la rusa "va un poco como de incógnito pero es una jugadora peligrosa".

También indicó que hoy no había querido "ver mucho" del partido de Venus aunque señaló que durante esta competición pasa mucho tiempo con su hermana cuando no están compitiendo.

"Vivimos juntas, así que la volveré a ver esta noche. Jugamos dobles juntas, así que nos vemos mucho", dijo.