Resulta muy difícil describir los sentimientos que uno tiene después de la gesta deportiva que hemos hecho. Y mucho más escribirlo. Pero si tuviera que elegir una palabra que definera como me siento ahora mismo pondría: Felicidad. De ahí el título de este artículo. Me siento feliz con mi gente, con mis futbolistas porque han sido los protagonistas. Ha sido un grupo muy fácil de dirigir porque ha tenido un comportamiento humano excepcional. Ha sido un grupo que ha trabajado como una piña. No ha habido protagonistas y, sobre todo, en el que todo el mundo se ha sentido importante más allá de que haya jugado o no. Y todo más allá de que ha sido un equipo con una calidad futbolística impresionante que nos ha hecho disfrutar a todos. Me siento muy orgulloso y un privilegiado por haber podido entrenar a un equipo como éste. En segundo lugar me siento feliz por la entidad. Este ascenso es importante para todos los ámbitos no sólo para el deportivo. Este es un club con una estructura grande y pienso en toda la gente que apostó por mí y que me ha acompañado en los momentos difíciles. Me he acordado de la gente que está en la trastienda, que no aparece en los medios y que hace que el trabajo de los que sí aparecemos sea más fácil. Me siento feliz por ellos porque también sufren y lo viven. Lo he sentido especialmente por mi cuerpo técnico porque me han dado muchísimo y ahora lo disfrutan y lo viven como uno más. Me siento muy feliz por la afición porque nos ha dado todo: ánimo, vivencias extraordinarias, ilusión, ... Ver a toda una Isla volcada en los momentos de crisis que vivimos, haciendo esfuerzos para estar con nosotros no sólo en los desplazamientos, sino durmiendo en las puertas del estadio para comprar una entrada, ... Y no ha sido sólo en el último tramo, sino desde el principio de la temporada. Por último, me siento feliz por mí mismo porque me voy a llevar de aquí momentos imborrables que me hacen poner la piel de gallina constantemente. También por mi familia (mi mujer y mis hijos) que saben lo que he sufrido. Al final el esfuerzo ha tenido su recompensa y, por eso, soy un hombre feliz. Gracias porque este ascenso es de todos.

*Entrenador del CD Tenerife