Pocas veces el último partido de Liga de un equipo que ya ha cumplido con el objetivo que se fijó a principio de curso ha contado con tantos alicientes como el que va a disputar esta tarde el Tenerife. Considerado como la excusa perfecta para continuar la fiesta del ascenso, el duelo ofrece otros muchos atractivos. El más significativo, sin duda, tiene que ver con la oportunidad de que se proclame campeón de Segunda. Para conseguirlo le vale con un empate. Pero éste no es el único desafío que tienen los blanquiazules: Si ganan se convertirán en el segundo club de la historia de la categoría con mayor puntuación. Lo que será más complicado es lograr el récord de goles, pues el Hércules con sus cinco dianas de ayer ha dejado el listón en 82, cuatro por encima de los que tiene el representativo. Lejos de cuestiones numéricas, que tienen su importancia, porque son las que quedan en los libros de historia, el partido resulta especial dado que ofrece la última oportunidad de ver al Tenerife que mejor propuesta futbolística ha mostrado en los últimos años. Aunque la base del grupo continuará el próximo curso será distinto. Entre otras cosas, es más que probable que no se pueda volver a ver jugar juntos a Nino y Alfaro (vuelve al Sevilla tras su cesión). Nadie sabe cómo será el regreso a Primera. Lo único seguro es que esta histórica campaña habrá pasado y quien se la haya perdido habrá dejado de disfrutar de un equipo que, por encima de todo, ha hecho feliz a todo aquel que lo ha seguido.

El sinfín de actos de celebración del ascenso que se han producido esta semana han afectado al equipo en forma de cansancio y a la hora de concentrarse en el duelo. El grado de afección que ello puede tener es la principal duda. Aunque los protagonistas han asegurado que no será una excusa para justificar un resultado negativo.

La ausencia de Juanlu provocará un cambio obligado en el once. La apuesta por Cristo como mediapunta es la que más fuerza tiene. Aunque existen otras alternativas para cubrir la vacante del interior diestro. Además, no se descarta la participación de Clavero como lateral zurdo dado que se trata de su despedida del club, con lo que Pablo Sicilia se situaría en el centro de la defensa, dejando en el banquillo a Luna o Culebras.