El jugador tinerfeño del Barcelona Pedrito visitó ayer Radio El Día y, en una amplia entrevista con José Barroso en el programa "Jornada Deportiva", repasó su extraordinaria vivencia en la temporada del triplete barcelonista y sus planes de futuro, que pasan por la decisión que adopte su club.

"En el Barça es muy difícil jugar, sé que voy a tener pocas oportunidades, pero yo estoy trabajando duro y aprendiendo de los grandes jugadores que tengo alrededor. Luego, si tengo que salir, no hay ningún problema. Una cesión se puede barajar y puede ser beneficiosa para mi", dijo el futbolista sureño, que llegó a disputar unos minutos de la final de la Liga de Campeones, a la que su equipo accedió en el inolvidable partido de Chelsea "fue muy difícil. Todos nos vimos fuera de la competición y entonces nos encontramos con ese pedazo de gol de Andrés (Iniesta). Lo veía muy complicado, porque ellos estaban muy bien defensivamente. El gol de Iniesta fue el mejor momento de la temporada, en el vestuario se desató una fiesta impresionante".

Para Pedrito la temporada ha sido "un sueño", jugando con el primer equipo del Barcelona. "La verdad es que impresiona entrar al terreno de juego del Camp Nou, en especial el día que debutas o en los partidos muy importantes. Luego, con la ayuda de los compañeros, todo eso se te olvida y sólo tratas de disfrutar".

Su relación con las estrellas que dirige Guardiola es uno de los asuntos por los que más le preguntan. Pedrito es muy querido en el club y en el vestuario: "Este año he entrenado y jugado con el primer equipo, pero si subes sólo de vez en cuando se te hace difícil, porque llegas a un grupo que ya está hecho y tu no tienes esa confianza, pero este vestuario no discrimina, a pesar de contar con tantas estrellas, apoya mucho a la cantera y te hace sentir muy cómodo".

Uno de los rasgos que caracterizan al joven jugador tinerfeño es su acusada humildad. Pedrito no ha perdido el acento canario ni ha olvidado sus orígenes: "Siempre me he rodeado de la misma gente, aunque en Barcelona tuve que hacer una nueva vida, cada vez que regreso aquí intento estar con mis amigos de antes".

Desde Abades al Camp Nou, el salto se produjo sin pausa. Así lo recuerda Pedrito: "El San Isidro era el equipo que me quedaba más cerca. Me decidí a ir desde Abades y acerté, porque me ayudaron mucho. Iván, mi entrenador, me acercaba a casa cada día, porque mi padre trabajaba y no podía llevarme. Le estoy muy agradecido al San Isidro", club desde el que se proyectó hacia su situación actual, "fue en el torneo de Adeje, jugando con la selección del Sur, me vio el jefe de la base del Barcelona, me propuso ir a hacer una prueba en un torneo en Holanda y tuve la suerte de que me eligiera".

Así empezó a gestarse el sueño.