"Me quedé quieto, en estado de shock". De esta manera comenzó Ricardo León el relato de su ex-pulsión en el partido del domingo entre el Tenerife y el Xerez. El testimonio, ofrecido por el protagonista en Radio El Día, puso de manifiesto la carga emocional y la responsabilidad con las que encararon el choque los blanquiazules.

El canterano despejó una duda que asaltó a todos los espectadores. ¿Qué quiso hacer en la acción en la que derribó de manera tan clara al rival? "En principio pensé en cortar el contragolpe con una obstrucción y no llegué, así que intenté hacer una zancadilla, que no es una entrada aparatosa, pero se tornó en una falta tremenda, de tarjeta roja", admitió el realejero, que enseguida supo que su participación en el partido había terminado. "Se me pasaron varias cosas por la cabeza y me quedé como en estado de shock", reveló el centrocampista, al que se le vino "el mundo encima" porque dejó al Tenerife con diez futbolistas el día en el que se estaba "jugando el ascenso" y se "cargó" el partido.

Todavía impactado por lo sucedido, se dirigió a los vestuarios para tratar de digerir en solitario el mal trago. En el tiempo de descanso, prefirió no hablar con nadie. "Me aparté, porque no estaba en las mejores condiciones para decirle nada a los compañeros o para que me vieran", contó.

Los ánimos de Manolo.- Luego, sacó fuerzas de flaqueza y abandonó su encierro para presenciar la segundo parte. Buscó un asiento en la grada y se ubicó junto a varios compañeros, como Manolo Martínez y Marc Bertrán, que no pudieron jugar por lesión. El primero no dejó de insistirle que estuviera "tranquilo, que el equipo iba a sacar adelante el resultado". Al principio le costó apagar su angustia. "Nunca me había sentido de esta manera. Pensé, sobre todo, que si el equipo perdía no sabía lo que podría hacer". Por suerte, Ricardo no tuvo que lamentar un resultado adverso. Después de vivir "con una tensión enorme" el tramo final del encuentro, dio rienda suelta al estrés acumulado cuando Nino marcó el 2-0. "Nos dimos un abrazo tremendo y descargamos toda la tensión. Fue el gol que más he cantado en los últimos años", comentó el "8" del Tenerife, para el que las emociones todavía no habían terminado. "Cuando acabó todo, estallé. Lloré de alegría, de satisfacción... El sufrimiento y el dolor que llevaba dentro se convirtieron en una gran alegría. Todo fue bonito y se solucionó sin ningún problema", prosiguió.

Sin dejar a un lado del todo el sentimiento de culpa, aguardó "un poco" al final del partido para darle "las gracias" a sus compañeros por "el esfuerzo" que tuvieron que realizar a causa de su "error". A cambio, encontró como respuesta un sinfín de palabras de ánimo. "Los compañeros me dieron su apoyo y me dijeron que son cosas de fútbol y que tenía que seguir hacia adelante", añadió Ricardo, que también contó con el respaldo del entrenador, José Luis Oltra.

La corriente de mensajes no cesó cuando se marchó el Heliodoro. De hecho, no acertó a contar la cantidad de veces que le sonó su teléfono móvil. "El cariño de toda la gente que se preocupa por mí es de agradecer", destacó el jugador.

"Ni Racing ni nada".- Por otra parte, Ricardo León se refirió a su futuro profesional. Aunque su contrato con el Tenerife expira a fin de mes, sigue sin saber cuáles son los planes de la entidad blanquiazul. Además, aseguró no tener noticias del interés del Racing de Santander en ficharlo. "No se ha concretado nada de aquí ni de fuera", explicó para apuntar que ahora está en el Tenerife y aclarar: "Ni Racing ni nada. Lo que hay que hacer es centrarse en lo deportivo. Lo demás ya se verá". A falta de que se defina su porvenir, recordó que el club blanquiazul es su "casa" y el equipo de su tierra, de modo que le alegraría continuar en el equipo en Primera. Es más, aseveró que ese es su "sueño".

De momento, sólo piensa en la posibilidad que se le presenta al Tenerife de ascender el sábado en la visita al Girona. Ricardo señaló que el equipo tiene el objetivo "al alcance de la mano" y debe seguir peleando con el fin de conseguir "el puntito" que le falta para "certificar una temporada que está siendo histórica, para recordar".