El Athletic desea reverdecer viejos laureles, en una cita que le ha estado vetada en el último cuarto de siglo, haciéndose con la final de la Copa del Rey que hoy, en el valenciano estadio Mestalla, le medirá a un Barcelona que busca el primero de los tres títulos a los que aspira esta temporada.

El Athletic acoge el compromiso con la ilusión de un niño y amparado en el increíble apoyo que le está brindando una afición que ha ido más allá incluso de lo mucho que ya se esperaba de ella. Si hasta hace poco el vestuario del Athletic parecía referirse a un imposible cada vez que hablaba de una hipotética victoria en la final, de poco a esta parte la considera perfectamente factible.

Quizá sea por la tranquilidad de haber finiquitado ya los apuros clasificatorios en la Liga o porque empieza a ver grietas en el poderoso Barcelona, que llegará al día "D" sin Iniesta ni Henry.

Así, uno de sus jugadores, su principal referencia de los dos últimos años, Fernando Llorente, se atreve a apostar sin tapujos que el Athletic va a ganar la final. Tampoco le han quedado a la zaga hombres importantes que tiene alrededor, como Gorka Iraizoz, Andoni Iraola, Aitor Ocio y Fran Yeste, para quienes su equipo cuenta "con más opciones de las muchos creen".

Aún en ese estado cada vez más optimista, todos ellos destacan un rival al que asumen que todos los equipos querrían parecerse por tratarse, en estos momentos, de una de las referencias históricas en cuanto a juego.

Por eso, una victoria pondría al Athletic "en el centro del mundo futbolístico", según el técnico Joaquín Caparrós, para quien el choque supone una oportunidad de "reivindicar" el modelo singular de jugar sólo con futbolistas de la tierra que propone el club vasco.

El técnico sevillano parece manejar un plan "B" respecto al inicialmente previsto, el de colocar a Markel Susaeta, de los más destacados en las últimas jornadas, en el equipo titular en detrimento de David López.

Si lo lleva a cabo, el Athletic ganaría en descaro e intención en los últimos metros, pero perdería a balón parado, curiosamente la parte del juego en la que el conjunto bilbaíno ha puesto buena parte de la mucha fe en la victoria que está acumulando de poco para acá.

La guinda para Etxeberría

Por lo demás, más que en el "once" inicial, las dudas se centran en quienes completarán la convocatoria y si va a entrar o no Joseba Etxeberría, que lleva década y media esperando un partido como éste. El veterano, que no mayor (31 años), internacional quizás sea el que más sueñe con el triunfo, ya que probablemente sea la única oportunidad que le queda de poner la guinda a su carrera deportiva.

Tras el inesperado gol del delantero del Villarreal Joseba Llorente que el pasado domingo retrasó el alirón liguero del Barcelona, el conjunto azulgrana buscará en Mestalla el primero de los tres títulos a los que aspira esta temporada.

El objetivo será, por tanto, poner un poco más de tierra de por medio, levantando un nuevo trofeo, que sería su vigésimo quinto, y además, saldar una deuda pendiente con el conjunto bilbaíno, que salió vencedor (1-0) de la última final que disputaron ambos en 1984, en el Bernabéu.

El Barça ha mantenido esta Copa en un tercer plano toda la temporada. Su técnico, Josep Guardiola, ha dosificado a sus mejores hombres en la competición del KO, para dar prioridad a la Liga y la "Champions", pero, una vez que se ha llegado a la final y el título está en juego, habrá que ver si mantiene el guión o, por el contrario, se sale del mismo para apostar por un "once" de máximas garantías. De todas formas, tampoco tiene mucho donde escoger: las lesiones de Iniesta, Henry y Márquez, y la sanción de Abidal, que el Barcelona recurrió al Comité de Apelación, son cuatro importantes contratiempos que obligarán a hacer retoques.

Guardiola se llevará hoy a toda la plantilla a Valencia, incluidos los lesionados -a excepción de Iniesta-, pero sólo tiene 18 jugadores disponibles.