El inglés Graham Poll, ex árbitro de la Premier League, rechazó hoy la supuesta "teoría de la conspiración" de la que habla el entorno del Chelsea a colación de su salida de la "Champions" por argumentar que "simplemente no podría darse" en la UEFA.

El que fuera uno de los colegiados de mayor renombre de la Liga inglesa se refirió esta mañana a la enorme polémica generada el miércoles por el árbitro noruego Tom Henning, que pitó en la semifinal de "Champions" disputada en el estadio londinense de Stamford Bridge entre el Chelsea y el Barcelona, este último clasificado para la final europa en Roma el próximo 27 de mayo.

Henning, que vive en Oslo y que trabaja también como psicólogo, enfureció al entorno "blue" al no pitar ninguno de los supuestos varios penaltis que se dieron durante el duelo europeo a favor del club anfitrión.

El conjunto que dirige el holandés Guus Hiddink finalmente quedó eliminado con un empate a uno, por un gol marcado por Andrés Iniesta en tiempo de descuento, cuando parecía que los azulgrana, minados a diez hombres durante los últimos 25 minutos de partido, tendrían que decir adiós al torneo.

Poll dio su punto de vista en declaraciones hechas hoy a la emisora británica Radio Five Live.

"He trabajado como árbitro para la UEFA durante 13 años. Durante 11, pité junto con los mejores 30 colegiados de esa organización y estuve en dos Mundiales", recordó el británico, a modo de presentación.

"Nunca (en esa organización) hubo ninguna sugerencia, ningún comentario del tipo ''estaría bien si ganara este equipo'' y a nadie se le dijo ''le podrías hacer un favor a este equipo''. Lo prometo", aseguró.

Poll indicó que "en la vida, las cosas no se pueden garantizar porque éstas luego no dejan de sorprenderte, pero estoy seguro en un 99,9 por ciento de que no existe ninguna posibilidad de que se haya dado algo raro aquí. Estas cosas no ocurren".

Desaprobó también las reacciones acaloradas que se vieron por parte de los jugadores del Chelsea al concluir el encuentro, con el delantero marfileño Didier Drogba gritando a una cámara o con el centrocampista germano Michael Ballack persiguiendo al colegiado noruego de forma furiosa.

"No se puede perdonar el comportamiento de los jugadores del Chelsea al terminar el partido e incluso antes. Parecía que Michael Ballack había perdido todos los sentidos. Y luego estaba Drogba gritando juramentos a una cámara de televisión de forma deliberada", recordó.