"Sabe colocarse y calcula el salto, prefiriendo el blocaje al incierto despeje de puños". Así definió el periodista Domingo Rodríguez, fundador de "Jornada Deportiva", al guardameta Manolito tras su presentación en las filas del Tenerife, en partido jugado el 18 de noviembre de 1945, frente al Real Hespérides. Contaba con 20 años de edad y había llegado procedente del Toscal, cuando los guardianes del marco blanquiazul eran Abel, Perucho y Leoncio.

Manuel Martín Martín (Santa Cruz de Tenerife, 6 de julio de 1925) falleció el pasado miércoles en La Orotava y en su memoria fue guardado un minuto de silencio este domingo, antes de la disputa del Tenerife-Albacete. De esa manera se rendía homenaje a un modesto futbolista que defendió el marco del representativo durante seis temporadas, entre 1945 y 1952, en la antesala del ingreso de los blanquiazules en categoría nacional, obtenido un año después, con la promoción de ascenso a Segunda frente al Orihuela.

Su debut con el Tenerife no pudo tener un colofón mejor, ya que la campaña 45-46 concluyó con la conquista del campeonato de Primera regional, en tiempos en los que el ámbito de competición quedaba limitado al Archipiélago, con el torneo indicado y el que se disputaba luego frente a los mejores conjuntos de Gran Canaria. Sin embargo, Manolito fichó la temporada siguiente en el Real Unión, para regresar un año después al Tenerife.

En su vuelta a la disciplina blanquiazul, formó parte del equipo que se enfrentó en septiembre de 1947 al Real Madrid, cuando el conjunto merengue, que meses antes había ganado el torneo de Copa, efectuó su tercera gira a Canarias. El primero de los dos choques celebrados en el Stadium, el día 7, acabó en victoria local (2-0) y Manolito defendió el marco del conjunto isleño. "Intervino un par de veces en el segundo tiempo, con seguridad", señalan las crónicas. Esa tarde, el Real Madrid formó con el once siguiente: Bañón; Sport, Clemente; Pont, Ortiz, Huete; Alsúa, Barinaga, Pruden, Alonso y Vidal. Por su parte, el Tenerife (foto principal) jugó con Manolito; Isidoro, Chicho; Mora, Medina, Victoriano; Eusebio, Abelardo Molowny, Andrés, López y Peregrino.

Cuando el Tenerife tuvo la oportunidad de encarar su primer intento de ascender a Segunda División, en 1950, dentro de una liguilla con el Melilla, Ceuta, Toledo, Imperial de Murcia y la UD Las Palmas, la defensa de la portería isleña estuvo compartida entre Manolito y Cándido, quien había llegado del Hespérides como refuerzo. El intento se vio frustrado.

Ese mismo año, con el fallecimiento de Heliodoro Rodríguez López se sucedieron los actos de homenaje a quien fuera presidente del Tenerife durante una década. Además de darle su nombre al primer recinto deportivo de la ciudad, en una decisión adoptada por el club, la Federación Tinerfeña de Fútbol atendió una iniciativa del Real Unión de crear una competición en su memoria.

La primera edición del torneo citado se llevó a cabo en la temporada 50-51 y fue conquistada por el representativo, tras imponerse en la final al Arenas. El choque de ida acabó con una clara goleada (6-0), mientras que el de vuelta, celebrado en La Manzanilla, fue para el cuadro del Charcón, que se impuso por la mínima (1-0). Como capitán del Tenerife, Manolito recibió el trofeo de manos del secretario de la federación, Juan Fernández del Castillo, y alzó la Copa por vez primera en las 58 ediciones disputadas hasta hoy.

La campaña 51-52 fue la última de Manolito en las filas tinerfeñistas. El fichaje de un guardameta palmero que prometía, Cuco, con 23 años de edad, acabó por cerrarle el paso a la titularidad. Un año después, cuando jugaba en el Hespérides, se produciría el ascenso del Tenerife a Segunda. Además de en el equipo lagunero, Manolito también formó parte del Güímar, entre otros equipos. No obstante, como se encargan de recordar ahora sus familiares, su amor por el representativo perduró a lo largo de toda su vida. De ahí que el minuto de silencio realizado el domingo en su memoria, colmara de gratitud a todos los suyos.