El presidente del Real Madrid, Vicente Boluda, reconoció ayer ante el juez que la última asamblea del club blanco, celebrada el 7 de diciembre y que costó el cargo a Ramón Calderón, fue "una vergüenza", y prometió que en la cita del día 29 no se autorizará el acceso a ninguna persona que no acredite su condición de socio compromisario de la entidad.

También estaban citados a declarar como testigos en la demanda de impugnación de aquella asamblea, Calderón, el ex empleado Marino Rodríguez de Barutell, Nanín, y el ex responsable de organización Luis Bárcena, pero ninguno de ellos acudió a la vista previa por las medidas cautelares solicitadas por varios socios, denominados "Regeneración del Real Madrid". El club desea que el auto del juzgado se demore para después del día 29, o en caso de que se haga público antes, sea denegatorio, ya que considera que no deberían de declararse medidas cautelarse cuando en la asamblea de ese día figura "la propuesta de dejar sin validez ni efecto los acuerdos" de la anterior asamblea. Ése será el segundo punto del orden del día sobre el que se pronunciarán los compromisarios, después de la propuesta de ratificación de Boluda como presidente.