Tiene 21 años de edad y lleva casi dos tercios de su vida vinculado al Tenerife, club en el que empezó a jugar en la categoría Infantil. Juan Alberto Quintero Rojas ha ido cumpliendo etapas en la cadena de filiales del representativo, como cualquier canterano, con la aspiración de formar parte del primer equipo algún día. El verano pasado comenzó a hacerse realidad su sue-ño, cuando, desde el Callejón del Combate, le dieron la noticia de que iba a realizar la concentración de pretemporada a las órdenes de José Luis Oltra. Así se inició su relación con la plantilla profesional, de la que se separa únicamente para competir con el Tenerife B, con el que ha conseguido convertirse en el portero menos batido de Tercera, gracias a un balance de trece goles en veinticinco partidos. Y también de este modo pasó a ser el tercer guardameta de la entidad, por detrás de Luis García y Sergio Aragoneses, puesto que lo coloca ahora en una situación de mayor responsabilidad, dada la baja indefinida del gallego por enfermedad.

El número "30" del Tenerife ya sabe lo que es vivir de cerca un encuentro de la Liga Adelante, pues fue convocado para ser el reserva de Luis García en las visitas al Murcia y el Alicante, pero todavía no ha tenido la oportunidad de sentarse en el banquillo del Heliodoro Rodríguez López. "Viajar con el primer equipo es una experiencia muy bonita, pero estoy seguro de que poder estar con los compañeros en un partido en el estadio debe ser distinto", revela Alberto, que asegura haber pasado "muchos nervios" en La Nueva Condomina y el Rico Pérez, ya que siendo suplente "se te pasan un montón de cosas por la cabeza", como, por ejemplo, tener que salir al terreno de juego y debutar, algo para lo que se siente preparado. De momento, se considera privilegiado por la ocasión que se le presenta de ser el segundo cancerbero en el choque del domingo.

Además, Alberto valora la posibilidad histórica de participar en dos ascensos la misma temporada, ya que, como el Tenerife de Segunda División, el filial está realizando una "gran temporada" y tiene su objetivo en el salto de categoría. Alicientes no le faltan.