El mercado de invierno, el caro "comodín" que usan los clubes desesperados para maquillar los defectos de plantilla, se cerró el pasado fin de semana. Dentro de tres meses y medio el desembolso realizado se podrá valorar. A diferencia de otras temporadas, no todos los conjuntos del Grupo II se someterán a ese examen, pues fueron muchos los que, en época de austeridad, decidieron quedarse con los mismos profesionales con los que empezaron. Manda la economía.

En los equipos canarios, todos retocaron sus plantillas, en mayor o menor medida. La UD Lanzarote y el Villa Santa Brígida se volvieron "locos" en este segundo plazo de inscripciones, aunque por diferentes motivos, mientras que el Universidad de Las Palmas, casi en el último día, eligió entre los muchos frentes que tenía abiertos.

La UD Pájara, la UD Fuerteventura -para su segundo equipo al estar sus derechos federativos bloqueados por denuncias- e incluso Las Palmas Atlético no se mantuvieron ajenos a la tentación de realizar fichajes.

Sólo la UD Vecindario, otro club imposibilitado a realizar estas acciones por denuncias ante la AFE, no acudió al mercado, aunque sufrió seis bajas, que no son pocas. El club blanquinegro promociona ahora al juvenil Blas y al lateral Karim, de su segundo equipo, que comienzan a ser habituales en las convocatorias.

Siete fichajes y dos ascensos desde el filial suponen casi media plantilla nueva. El Villa Santa Brígida presenta una nueva fisonomía para seguir su lucha por salir del descenso. Sus fichajes "estrellas" en el verano, Borja Lafuerza y Jonathan Carril, vieron la puerta de salida y en su búsqueda de refuerzos repatrió a canarios que jugaban en la Península, como Ione y Aridani, del Linares, o Abraham Pérez, sin ficha por lesión en el Mestalla.

El Universidad de Las Palmas fue más lejos para fortalecer su plantilla, en la que causó baja Cacá. Del mercado uruguayo, el club estudiantil da la oportunidad de jugar en Europa a Martín Alagia y Fabrizio Ronchetti. Además, se acordó del interior zurdo García Granero, un ex del Vecindario que actuaba con el Ionikos en la Segunda griega.

Las Palmas Atlético, por su parte, también remodeló su plantilla, firmando, incluso, a dos jugadores que por edad no van a ser útiles al primer equipo: el central Dani Martino y el delantero Antonio Rojas.

Además, fichó al portero canario Alberto, del Mallorca B, y al mediocentro Toni Mendoza, del Gáldar, un equipo que ha sufrido la pérdida de tres de sus puntales en este período, pues también dejó marchar a su goleador Rubén Pulido al Universidad de Las Palmas y al interior zurdo Jonay al Villa Santa Brígida.

El Playas, por su parte, fichó a Guaya y Thiago.