Las sentencias no se discuten; se recurren. Un juez de Primera Instancia ha condenado a Ricardo Peytaví, Andrés Chaves y a E DIA a reparar el honor de la demandante, la que fuera jefa de Gabinete de Ricardo Melchior,María uisa Arozarena.

a actora pedía 30.000 euros de indemnización, en una demanda civil, a los dos periodistas y a su periódico, y el magistrado juez del Juzgado Cuatro de Santa Cruz ha dicho que no, que 6.000, de forma solidaria.

a sentencia, naturalmente, no es firme y parece que será recurrida ante todas las instancias porque creen los afectados que no es jus-ta. Podrían llegar, si así lo quisieran, hasta el Tribunal de Estrasburgo.

El juez, Juan Antonio González Martín, que es un excelente magistrado -así se le tiene catalogado en la profesión y nosotros estamos de acuerdo-, tardó casi un año en dictar la sentencia desde que se celebró la vista oral. O sea que se la pensó mucho y elaboró 18 folios llenos de consideraciones que serán probablemente muy útiles a la profesión, pero muchas de las cuales no comparten los condenados, naturalmente.

Hay un párrafo de la sentencia que merece ser destacado. Dice: "... si bien es respetable criticar por inmoral esa decisión política" (la contratación de Arozarena por parte del Cabildo), "como así declaran el señor Chaves y el señor Peytaví en la sala, ante la situación de paro existente, dicha crítica no justifica las frases y expresiones ultrajantes u ofensivas, que entran dentro de la descalificación injuriosa del comportamiento profesional de la designada".

Si ustedes analizan ese párrafo de la sentencia, aunque luego se diga que lo sacamos de contexto, se dicen muchas cosas en él por parte del magistrado. Es decir, los hechos son los hechos y la condena se basa en cómo los han contado. Una condena que Arozarena quería que fuera muy dura y quedó en leve. Y más leve podría ser, o quedar en nada, si los sucesivos tribunales atienden los recursos que van a ser interpuestos.

Solamente queríamos dejar testimonio de la repetida sentencia, porque en este periódico no escondemos nada nunca. Todavía quedan muchas cosas que contar y lo haremos. No duden que lo haremos.