La erupción volcánica submarina que el 10 de octubre pasado comenzó a unos mil metros de profundidad y a unos cinco kilómetros del pueblo pesquero de La Restinga, en el sur de El Hierro, parece que apunta a su final cuando ha cumplido su tercer mes, pero el daño económico se mantiene.

Así, la responsable de la red de vigilancia volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, ha manifestado que el proceso eruptivo lleva varias semanas en estabilidad, con una actividad sísmica mínima, deformaciones estables y con un tremor en niveles bajos, en ocasiones casi nulos.

En cuanto al daño económico, el presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, declaró que si la situación económica es mala en España, en Canarias lo es más, y en El Hierro se agrava por la erupción y si bien al principio de la crisis preocupaba la seguridad ahora la preocupación se centra en el empleo, pues hay núcleos de población en los que se han cerrado todos los establecimientos.

Las pérdidas son "impresionantes" para el sector del submarinismo, ya que su actividad está parada, destacó Alpidio Armas, quien ha acogido con "mucha alegría" el anuncio hecho por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, respecto a que habrá un plan para la recuperación económica de la isla.

Además, el presidente del Cabildo herreño reconoció que la coordinación institucional fue muy buena al principio pero criticó cuestiones como el reparto de las ayudas por parte del Gobierno de Canarias, pues comentó que coincidían con algunas propuestas por la corporación insular y éste desconoce quienes reciben las del Ejecutivo regional y su cuantía.

También dijo Alpidio Armas que el tiempo ha demostrado que hay aspectos del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico en Canarias (Pevolca) que son "manifiestamente mejorables", por lo que por medio de la Federación Canaria de Islas propondrá que el Gobierno regional haga cambios.

Entre esos cambios planteó la necesidad de que la situación de semáforo rojo se asocie a peligro y no a erupción, pues recordó que en la actualidad hay un proceso eruptivo que no representa peligrosidad alguna y sin embargo se mantiene el semáforo rojo en La Restinga.

Otro cambio que propondrá es que la dirección del Pevolca no pueda adoptar ciertas medidas de forma unilateral porque desconoce el terreno y la situación de las viviendas, y añadió que durante la crisis de El Hierro los más de 11.000 seísmos no han provocado desprendimientos de piedras y tierra.

Respecto al proceso eruptivo, Carmen López explicó que durante los últimos días se ha observado un fuerte proceso de desgasificación, lo que podría ser el anuncio del final, pero insistió en que no se sabe cuanto durará el proceso eruptivo.

Un proceso que llevó al desalojo en dos ocasiones de La Restinga, un pueblo de unos 600 habitantes que vive del turismo y de la pesca, y que desde el 28 de noviembre no ha vuelto a estar vacío pero en el que la crisis económica ha aumentado debido a la escasa actividad que hay desde que comenzó el proceso sismo volcánico.

La responsable de la red de vigilancia volcánica del IGN comentó que esta erupción dura bastante si se tiene en cuenta el catálogo histórico de erupciones volcánicas en Canarias.

La profesora titular de Geografía de la Universidad de La Laguna Carmen Romero declaró que hay un escrito del siglo XVII en el que se habla de una erupción prehispánica en El Hierro que duró siete años.

La media de las erupciones volcánicas en Canarias es de 51 días, indicó Carmen Romero, quien añadió que si bien la de ahora en El Hierro sobrepasa la media hay que tener en cuenta que mientras que algunos procesos han durado cinco días otros han tenido una duración de 2.055, como ocurrió en Lanzarote con el volcán Timanfaya, si bien no fue una actividad continua.

La muestra estadística es muy pequeña porque las erupciones totalmente documentadas en Canarias están en torno a quince, comentó Carmen Romero, quien señaló que no es rara una erupción de tres meses en el Archipiélago canario.

Y la erupción volcánica ha dejado sin trabajo a las empresas de buceo y a los pescadores de la isla, y así Iñaki Cayón, propietario de un centro de buceo dijo que busca trabajo en cualquier sector porque La Restinga sigue siendo zona de exclusión y no se puede bucear.

Cayón señaló que el Gobierno canario dio mil euros a cada persona que demostró que tenía el alta de empresa en La Restinga, y añadió que esa ha sido la única ayuda que han recibido.

El vicepatrón de la Cofradía de Pescadores de La Restinga, David Pavón, manifestó que los pescadores recibieron una ayuda para compensar las pérdidas pero abarcó hasta el 31 de diciembre, mientras que para este año no se ha concretado nada.

Explicó que la pesca es inviable si se quiere hacer de forma sostenible y responsable, pues si bien hay zonas en las que no hay mancha procedente de la erupción no se puede pescar en ellas porque hacerlo sería explotar ese área y al cabo de un año desaparecería la pesca.

La mitad de la biomasa ha muerto y la mitad que queda no es suficiente para hacer una pesca responsable, insistió David Pavón.

La erupción volcánica se produjo casi tres meses después de que comenzasen los movimientos sísmicos en el norte de El Hierro, y desde entonces el Instituto Geográfico Nacional ha localizado más de 11.000 seísmos.