Agentes Medioambientales del Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, han liberado en el interior del parque a un ejemplar hembra de guirre o alimoche común (Neophron percnopterus), que había sido hallado por una vecina de Playa Blanca en la zona de Las Coloradas, en Femés, con síntomas "evidentes" de envenenamiento.

La mujer al encontrar el ave avisó al personal de fauna del Cabildo de Lanzarote, siendo su "rápida" actuación "determinante" para la recuperación del guirre, que fue tratado y alimentado por los servicios veterinarios del parque.

La liberación del alimoche ha resultado un éxito, ya que el animal ha sido avistado sobrevolando nuevamente el Parque Nacional de Timanfaya, según informó el Ejecutivo regional en nota de prensa.

De todos modos, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) está investigando para determinar el origen del veneno y poder identificar a los autores.

El alimoche común o guirre, nombre de origen guanche por el que se le conoce en las islas, es la única especie de buitre que vive en el archipiélago, y está incluido en el Anexo I de la Directiva 79/409/ CEE, catalogado como ''Vulnerable'' en España (Real Decreto 439/90) y declarado ''En peligro de extinción'' en Canarias (Decreto 151/2001), donde ha contado con un Plan de Recuperación, aprobado 12 de diciembre del 2006 y financiado por la Comunidad Europea a través de los Fondos LIFE-Naturaleza y el Gobierno de Canarias, el Instituto de Investigación y Ciencia de Puerto del Rosario (INIPRO), el Cabildo de Fuerteventura, y Unelco-Endesa. El citado Plan sigue vigente y ha dado "excelentes" resultados.

Es la única rapaz que se alimenta de carroña en Canarias, por lo que es beneficiosa para el hombre porque limpia el campo de animales muertos, y además tiene una "gran importancia" cultural especialmente en la isla de Fuerteventura, donde se conservan numerosas leyendas transmitidas por la tradición oral desde hace siglos, que evidencian la consideración de ave sagrada que tuvo entre la población majorera antes de la llegada de los primeros europeos.

El guirre se caracteriza por medir 1,65 metros de envergadura alar, su forma y color varían desde el primer plumaje juvenil de cabeza y cuerpo oscuro, hasta su plumaje adulto a los cinco años de edad, momento en que presentan su silueta inconfundible blanca en forma de cuña saliente, así como su peculiar cara desnuda de vivo color amarillo.

En Europa es un ave escasa representada por unas 1.800 parejas con una distribución irregular limitada a la región mediterránea, que ha sufrido un marcado declive poblacional a lo largo del siglo XX. La población española, con unas 1.500 parejas, representa el 83 por ciento de la población europea.

La isla de Fuerteventura alberga la población más meridional en la Unión Europea y la única perteneciente a la subespecie canaria (N.p. majorensis), con 190 individuos, según datos del censo de 2008.