La importancia de las comunicaciones en la sociedad del siglo XXI cobra toda su fuerza cuando hablamos de territorios insulares como La Gomera y el conjunto del Archipiélago canario, en el que es más que evidente nuestra dependencia del exterior, no sólo para llegar a conformar la Canarias única a la que todos aspiramos, sino también para favorecer los imprescindibles intercambios con el resto de las comunidades autónomas españolas y el conjunto de países que conforman el planeta.

La Gomera y Canarias necesitan contar con infraestructuras modernas que, adaptadas a la realidad local y regional, permitan el flujo de mercancías y pasajeros de los que depende nuestro progreso. Es en este contexto en el que cobra especial relevancia una feliz noticia que hemos conocido esta misma semana, cuando el Ministerio de Fomento ha respondido a una demanda planteada desde la Isla y ha comunicado que este año se harán los estudios para la futura ampliación del aeropuerto insular.

El compromiso pone de manifiesto el éxito de las gestiones insulares y que, mientras otros cargos públicos, senadores o representantes en el Congreso necesitan iniciativas y más iniciativas, a La Gomera le basta una reunión con un ministro y/o una carta para conseguir que Aena realice los trabajos necesarios para poder impulsar el aeropuerto y, en consecuencia, dar respuesta a la demanda actual y futura con los niveles de seguridad, calidad y operatividad exigidos.

En la Isla colombina siempre hemos defendido que la productividad de las gestiones realizadas en las Cámaras de representación nacional deben valorarse en función de los recursos económicos y proyectos obtenidos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y la posibilidad de aumentar el potencial del aeródromo insular no es más que una prueba de ello a la que es posible añadir otras iniciativas, como las que han desembocado en el encauzamiento de los barrancos, tan típicos de nuestra geografía insular, para evitar riesgos y garantizar la seguridad de las poblaciones levantadas en las cercanías de los cauces.

Ha sido mucho el dinero que ha llegado y que llegará a La Gomera desde que el Gobierno de España es socialista, que también ayudará este año a recuperar nuestros senderos, y con el que coincidimos en la misma formación política, es decir, en la misma forma de entender la acción pública, que no es otra cosa que el trabajo por los intereses generales, dejando atrás los temas particulares y primando los servicios sociales, que han propiciado el desarrollo de la Isla, para el que se requieren también unas cómodas y modernas infraestructuras, como lo será el aeropuerto a partir de la acción nacional.

El proyecto debe compaginar, y así se transmitió al Ministerio de Fomento, el equilibrio entre el medio ambiente y la adaptación de las instalaciones a nuevas demandas y potencialidades. Por eso, el proceso comenzará con la revisión del Plan Director, de acuerdo con el Real Decreto 2591/1998 de 4 de diciembre, y analizará impactos medioambientales, sociales y económicos, sin olvidar que el aeropuerto gomero fue uno de los pocos que registró números positivos el pasado año, pues experimentó un incremento de viajeros del 3,3 por ciento, que ascendía al 28 por ciento en el mes de marzo, aunque las cifras cayeron como consecuencia de la crisis.

Si finalmente los análisis permiten la ampliación, todo será más fácil para que puedan operar aviones de mayor capacidad, que constituyen otro reto importante para favorecer el despegue del aeropuerto insular. Confiamos, por tanto, en que se cumpla el compromiso asumido por Binter para sustituir los aviones pequeños de 19 plazas por aeronaves más grandes, que respondan a las mínimas condiciones que el servicio público requiere.

Se está a la espera, asimismo, de la nueva programación de vuelos que debe realizar la empresa en respuesta a las negociaciones que iniciamos en el mes de noviembre, cuando se anunció un plan que reducía vuelos y conexiones, y cuando, tras las negociaciones con el Cabildo, se acordó mantener las conexiones vigentes hasta la fecha y buscar nuevas fórmulas que garanticen la operatividad, la rentabilidad y las necesarias comunicaciones con el resto del Archipiélago.

La Gomera cuenta con unas comunicaciones marítimas que, pese a haberse visto mermadas en los últimos tiempos, pueden volver a ser todo lo buenas que hasta ahora han sido. Es necesario, no obstante, que también podamos contar con buenas posibilidades aéreas, pues el mar y el aire son nuestros principales caminos de entrada y salida. Por mar y por aire llegan, además, los turistas que nos escogen para pasar unas vacaciones y de los que depende nuestra principal fuente de ingresos, de modo que es deseable que la buena acogida que las demandas insulares han encontrado en el Gobierno de la nación se repitan también en el Ejecutivo autonómico, para entre todos lograr ofrecer unos servicios asequibles y acordes a las necesidades vecinales y la realidad de nuestra región.

* Presidente del Cabildo de La Gomera