El gran apagón que afecta a gran parte de Venezuela ha generado un drama alimentario y sanitario para muchos ciudadanos. La falta de suministro eléctrico ha provocado un efecto dominó que incide seriamente en la vida de las personas. El problema ya dura más de cinco días y la incidencia se ha notado especialmente en la comida que existía en hogares y supermercados, en los servicios hospitalarios, en el transporte o, por ejemplo, en el pago con tarjetas.

El profesor universitario Juan Francisco Contreras manifiesta que la situación es difícil y complicada. Recuerda que “se había anunciado” que un bloqueo de estas características se podía producir, “pero nadie estaba preparado”.

Según Contreras, que imparte clases en la Universidad Central de Venezuela, el transporte público en el país resulta casi inexistente, ya que la falta de repuestos para vehículos impide el funcionamiento de taxis o autobuses. De hecho, aclara que el parque móvil en 15 años se ha reducido a un 10 por ciento o menos. Ante dicha realidad, en Caracas el metro es utilizado por un millón de personas al día y la falta de electricidad paralizó dicho servicio.

Contreras relata que una parte de los usuarios decidieron pernoctar en los túneles del metro. En otros casos, los ciudadanos afectados optaron por regresar a pie a sus casas, lo que en algunos casos supuso que tuvieran que andar diez o quince kilómetros, buena parte de noche.

Juan Francisco reside en la zona de Los Caobos, al este del centro de la capital, al norte de la plaza de Venezuela. Cuando se produjo el primer apagón, estaba en una gasolinera para llenar el depósito de su coche. La luz se fue y no pudo lograr su objetivo. Regresó a su casa con lo que le quedaba de combustible. El domingo pudo repostar finalmente, después de esperar durante dos horas en una cola.

Desde el jueves, la electricidad se ha ido y ha regresado varias veces cada día. La principal consecuencia para incontables familias es que muchos electrodomésticos se han estropeado y, con ellos, las reservas alimentarias que tenían en esos equipos. Lo mismo ha pasado con los frigoríficos de supermercados, según explica este profesor.

Paralelamente, algunos han aprovechado para saquear o intentar asaltar comercios de alimentación en Prados del Este, en el centro comercial La Pirámide, en La Florida o en la zona popular de Minas de Baruta, apunta Juan Francisco Contreras. En el caso de La Pirámide, hubo ciudadanos heridos y detenidos.

La falta de luz en hospitales y centros de salud ha causado el “drama sanitario”. El docente en la Universidad Central de Venezuela, que también preside el Colegio de Internacionalistas de su país, aclara que estos recursos o no pudieron poner en marcha los generadores, o no tenían motores para producir electricidad. Contreras refiere que ha habido “fallecidos entre los neonatos por el no funcionamiento de incubadoras; entre las personas que se sometían a diálisis, o los que necesitaban respiradores mecánicos”.

En la zona donde vive, cuenta que ayer regresó el suministro a las seis de la madrugada, se fue al mediodía y volvió un par de horas después. Sin embargo, reconoce que en los estados de Zulia, Lara o Carabobo no han tenido tanta suerte y muchas áreas han estado sin luz desde el jueves.

El origen del apagón se sitúa en Guri (Estado de Bolívar), una de las mayores represas para producir energía eléctrica de toda Sudamérica. El presidente del país, Nicolás Maduro, atribuye la caída del sistema eléctrico a un “sabotaje cibernético”. Juan Francisco Contreras dice que, “según personas que conocen” la operatividad de dicha central, ese ataque “no es posible, porque la represa no tiene conexión digital, pues funciona de manera autárquica y solo se puede activar o desactivar desde el interior”. Además, cita que dicha infraestructura está protegida por un sistema de seguridad desde hace años que dificulta el acceso a las instalaciones.

Contreras explica que “hace años se dijo que el sistema eléctrico iba a fallar por falta de mantenimiento” y, además, muchos de los técnicos especializados han emigrado por falta de suficientes ingresos económicos.

José Luis, otro ciudadano que reside en Bellocampo, al Este de Caracas, recordó ayer que llegó a estar unas 90 horas seguidas sin luz.

Explicó que el apagón también ha impedido las compras de comida y otros productos de primera necesidad con tarjetas de débito o crédito. Y explica que la carencia de bolívares en efectivo entre la población dificulta la adquisición de productos alimenticios.

Insistió en que en los supermercados ya falta carne. Añadió que esta falta de mercancía se produce hasta en los mataderos, porque han fallado los frigoríficos para almacenar la carne.

Y a esta realidad se suman los obstáculos para que los conductores de camiones puedan repostar combustible y así poder realizar los transportes de ese producto a los comercios.

José Luis pronostica que la próxima semana la escasez de comida se agravará todavía más.

Considera necesario que el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, aplique el artículo 187, que permitiría la llegada de ayuda humanitaria al país.

Según informó ayer Efe, el Parlamento, que controla la oposición, autorizó ayer al jefe del órgano, Juan Guaidó, a declarar un “estado de alarma nacional” debido a la “calamidad” que atraviesa el país por el corte eléctrico. Los diputados de la bancada opositora aprobaron de forma unánime el decreto, que se entiende “como modalidad del estado de excepción” y regirá por 30 días. Este documento señala que las “excusas” del Gobierno de Maduro están “llenas de mentira y de gran cinismo”, y apunta a la desinversión y la ineptitud como la causa del corte. El decreto también dispone que las movilizaciones del personal técnico de la estatal Corpoelec, que administra las cargas eléctricas en Venezuela, sean realizadas por parte de la Fuerza Armada, en vista del colapso del transporte público.

Sin trabajo ni clases

El Gobierno suspendió las actividades laborales y lectivas para ayer. El presidente Nicolás Maduro explicó que ha ordenado a las autoridades mantener informada a la población. “La estrategia macabra de llevarnos a un enfrentamiento fracasará. Seguimos trabajando por la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional. ¡Venceremos!”, remachó Maduro.

Centros hospitalarios

Los hospitales ya estaban en crisis por la falta de insumos y fallos de equipos, y en los últimos días el golpe fue mayor. Ahora tienen que depender de plantas eléctricas propias para actuar en áreas como terapia y emergencia. Médicos explican que si bien hay instalaciones, algunas no funcionan y otras han sufrido fallos o carecen de combustible. “El plan de contingencia ha funcionado, si ha surgido alguna falla ha sido corregida y los pacientes que lo han requerido han sido trasladados”, dijo el ministro de Salud, Carlos Alvarado.