El canario Gabriel Mato, eurodiputado del PP, tomaba ayer tierra en España después de haber sido expulsado de Venezuela por las autoridades bolivarianas bajo órdenes de Maduro, junto a otros cuatro compañeros de partido.

El palmero formaba parte de un grupo de cinco políticos de la formación conservadora que intentaron, en vano, reunirse con el líder opositor, Juan Guaidó, presentarse ante la Asamblea Nacional y mantener un contacto directo con la comunidad canaria establecida en la llamada “Octava Isla”.

“Da pena y tristeza que un gran país como es Venezuela, con una gente maravillosa, esté pasando lo que está pasando”, manifestaba Gabriel Mato ya en suelo español.

A su juicio, que las autoridades bolivarianas “actúen como lo es_tán haciendo, habla bien a las claras de que el régimen de Ma_duro está dando sus últimos estertores”.

Los cinco eurodiputados del PP tomaron tierra en Venezuela avalados por una invitación formal, de cara a tener una reunión con Guaidó y una intervención en la Asamblea Nacional, y lo curioso es que “quien nos autoriza es un órgano legítimamente reconocido a nivel internacional y quien nos impide el acceso al país es quien está absolutamente fuera de la legalidad y a quien nadie reconoce, un usurpador”, subrayó.

Gabriel Mato habla de un “comportamiento vejatorio e inaceptable” y manifiesta “una repulsa total y absoluta al trato recibido, cuando teníamos nuestros pasaportes en vigor y una invitación formal por parte de la Asamblea Nacional”, explica.

Y se pregunta: “¿Qué razón había para que no nos permitieran entrar en el país?”. Los militares que los custodiaban, que a su juicio incluso se sentían incómodos, se limitaban a decir que cumplían órdenes y les argumentaban que no contaban con autorización para acceder al país.

Pero, además, denuncia Mato, “intentaron quitarnos los teléfonos móviles, incluso vaciarnos su contenido. Y, es más, retuvieron los pasaportes, pero no para ejercer un control, sino para entregárselos al sobrecargo del avión y ya cuando estábamos a bordo nos los devolvieron”.

Antes, cuando iban a embarcar en el aparato, “intentaron hacernos un control de drogas trasladándonos a otra habitación”, censuró Mato.

Lo cierto es que durante el tiempo que permanecieron confinados en “un cuartucho” del aeropuerto de Caracas, los eurodiputados estuvieron acompañados por los em_bajadores de España, los Países Bajos y la Unión Europea, “que se portaron fenomenal”.

Y agradece su actitud, “porque a pesar de que intentaron separarnos, se mantuvieron firmes”, frente a la intención de los militares de “interrogarnos sobre cuestiones de inmigración, a lo que ellos se negaron en rotundo”.

Gabriel Mato pone el acento en su interés por mantener contacto con la comunidad canaria en Venezuela. “Ya había contactado con anterioridad al viaje y estaba prevista una reunión, si no en la Casa de Canarias, sí en el Hogar Gallego, con la colonia española y con la isleña, en particular, porque somos conscientes de su enorme importancia”.

El eurodiputado canario ya ha_bía vivido en carne propia otros viajes al país americano, en época de elecciones y como promotor de las declaraciones de repulsa por parte del Parlamento Europeo, y el sentimiento que lo invade es “de enorme tristeza y, sobre todo, de ganas de gritar basta ya, hasta aquí hemos llegado; ya no se puede seguir manteniendo a la dictadura de Maduro, un régimen que no permite siquiera la ayuda humanitaria, cuando la gente muere por falta de asistencia”.

De ahí que estén resueltos a re_gresar el 23 de febrero, invitados por el canciller colombiano, a la frontera de Cúcuta, “junto a esos cientos de miles de voluntarios, reclamando que se permita la ayuda humanitaria a Venezuela”.

Guaidó Solidario

El jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, acusó ayer a la dictadura que dice encabezar el presidente Maduro por haber expulsado del país a un grupo de eurodiputados que intentó ingresar la noche del domingo. “Maduro se lo dijo a Europa: sí, Venezuela es una dictadura”, comentó en rueda de prensa, al considerar que Maduro “usurpa” la Presidencia, y desde entonces ha sido reconocido como tal por medio centenar de países.

“¿Cuál es el miedo de que entre la Unión Europea (UE)? (...) ¿Cómo van a hablar de diálogo, si se negaron a dejar entrar a los diputados europeos?” se preguntó el opositor que antes, a través de Twitter, había condenado la expulsión cometida por “un régimen aislado y cada vez más irracional”.

El líder opositor expresó su reconocimiento a este grupo integrado por Esteban González Pons, portavoz de la delegación española del Partido Popular en el Parlamento Europeo (PE); Esther de Lange, vicepresidenta del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), y Paulo Rangel, vicepresidente del Grupo PPE y tesorero, además de José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, vicecoordinador de la comisión de Asuntos Exteriores del PE; Gabriel Mato Adrover, vicepresidente de la delegación América Central, y Juan Salafranca, secretario general adjunto del grupo parlamentario. “Si hay un testimonio claro va a ser el de los eurodiputados que vinieron a Venezuela (...) Nosotros vivimos una dictadura que ha convertido Caracas en una de las ciudades más violentas del planeta (...) hay que reconocer la valentía que tuvieron los eurodiputados”, sostuvo.

Guaidó invitó a los parlamentarios europeos a volver a Venezuela una vez logre el cambio de Gobierno en el que trabaja con el apoyo de la mayoría de países de la UE y de América. Además, aprovechó la ocasión para pedir al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reflexionar sobre el apoyo que sigue brindando a Maduro, casi excepcional en América Latina.