Las principales ciudades paquistaníes amanecieron hoy en calma y sus carreteras desbloqueadas después de que miles de islamistas contrarios a la absolución de la cristiana Asia Bibi, acusada de blasfemia, llegasen anoche a un acuerdo con el Gobierno para solicitar a la Justicia que no pueda salir del país.

En la provincia oriental del Punyab, han cesado las protestas y los cortes de carreteras que paralizaron partes del país desde el anuncio de la decisión del Tribunal Supremo el miércoles, manifestó la portavoz de la Policía regional, Nabeela Ghazanfar.

"Todas las carreteras están despejadas en todo el Punyab y la vida ha vuelto a la normalidad, no hay información de ninguna protesta en marcha en la provincia", dijo, al agregar que sólo en un templo de Lahore, la capital provincial, se congregan unos "pocos" simpatizantes del Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP).

También en Islamabad se ha disuelto la principal protesta en el área de Faizabad tras el pacto, "todas" las carreteras están desbloqueadas y la situación es "normal", manifestó un portavoz de la Policía capitalina, Bashir Ahmed.

La otra gran urbe del país, la sureña Karachi, amaneció sin rastro de las sentadas y protestas protagonizadas hasta anoche por el TLP.

"La situación ha retornado a la calma en Karachi. Todas las carreteras están despejadas en la ciudad y el tráfico es ahora normal en la urbe", dijo un oficial de la sala de control de la Policía local que pidió el anonimato.

El Gobierno se comprometió anoche a dejar el paso libre para que los islamistas soliciten ante la Justicia la prohibición de salida del país de Asia Bibi mientras el Supremo estudia un recurso contra su absolución.

En el acuerdo, que se desglosa en cinco puntos, consensuados por el líderes del TLP y el Gobierno, las autoridades se comprometen además a la liberación de todos los arrestados en las protestas que en los tres últimos días han casi paralizado el país, con muchas carreteras cortadas y colegios cerrados.

El Supremo absolvió el miércoles a Asia Bibi y anuló una condena de muerte por blasfemia con el argumento de que observaron "graves contradicciones" y constataron "mentiras" en el testimonio de las dos mujeres que la denunciaron.

Casi inmediatamente después de la decisión judicial, los islamistas se echaron a las calles de todo el país, provocando la casi paralización del mismo durante tres días, con muchas carreteras cortadas y colegios cerrados.