El Gobierno francés presentó hoy un plan de renovación de los edificios para reducir la factura energética y las emisiones contaminantes, que se marca como uno de sus principales objetivos acondicionar 500.000 viviendas anuales, de las cuales 100.000 viviendas sociales.

El ministro de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot, explicó en una entrevista al diario "Les Echos" que se prevé una inversión de 12.000 millones de euros en cinco años y que la meta global es disminuir en un 15 % el consumo energético de los edificios del país.

Los esfuerzos se van a concentrar en las viviendas que se consideran peor aisladas, teniendo en cuenta que "casi uno de cada cinco franceses" (en concreto un 14 %) pasan frío en sus casas, según las cifras oficiales.

Hulot subrayó que habrá incitaciones para los propietarios, que podrán solicitar subvenciones de la Agencia Nacional de la Vivienda y también exenciones fiscales por las obras.

Por lo que se refiere a los edificios de propiedad pública, se dedicarán 1.800 millones de euros suplementarios a la renovación de los que pertenecen a la administración del Estado y 3.000 millones de euros a los de los municipios, entre los que hay escuelas, hospitales y centros administrativos.

La meta es renovar el 25 % del parque inmobiliario del Estado, según contó el departamento de la Transición Ecológica en un dossier de prensa.

Además, el Ejecutivo pone en marcha ahora, y hasta finales de enero, un proceso de concertación con los actores del sector de la vivienda y con los franceses en general para que hagan sus propuestas para acelerar la renovación energética de los edificios, que representan un 45 % del consumo energético del país y el 27 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.