La cifra de inmigrantes indocumentados que cruzó la frontera entre México y EEUU creció un 23 % este año fiscal, hasta 408.870 personas, respecto al periodo anterior, informó hoy el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estadounidense.

Estos datos ponen de relieve la creciente inmigración desde Centroamérica a Estados Unidos, una tendencia que alcanzó su punto de mayor repercusión mediática en verano de 2014, cuando miles de menores cruzaron solos la frontera tras un largo y peligroso viaje.

En este año fiscal (del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016), 408.870 inmigrantes atravesaron la frontera suroeste y fueron apresados por la Patrulla Fronteriza, un 23 % más que en el período anterior, cuando la cifra de indocumentados fue de 331.333.

El incremento de menores que cruzaron solos los límites México y EEUU fue del 50 % y este año fiscal se registraron 59.692 detenciones.

A pesar del aumento, el cruce y arresto de menores es más bajo que en 2014, cuando 68.541 niños llegaron a Estados Unidos.

El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Jeh Johnson, visitó la semana pasada México para reunirse con el presidente de ese país, Enrique Peña Nieto; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; la canciller, Claudia Ruiz Massieu; la fiscal general, Arely Gómez, y el secretario mexicano de Hacienda, José Antonio Meade.

"Nuestra relación de trabajo es fuerte y nos hemos comprometido a hacer incluso más en favor de nuestros intereses de seguridad en la frontera que compartimos", subrayó hoy Johnson en una nota.

En su sexto viaje a México, el secretario de Seguridad Nacional y las autoridades mexicanas llegaron a un acuerdo para crear un grupo de trabajo a fin de garantizar un diálogo sobre seguridad que tenga carácter permanente y continúe una vez que Peña Nieto y el actual presidente estadounidense, Barack Obama, dejen el poder.

En clave interna, Johnson, responsable de las políticas migratorias de EEUU, aseguró que el Gobierno "está decidido a tratar a los inmigrantes de manera humana" y a cumplir con las prioridades que Obama anunció en noviembre de 2014 para que fueran expulsados del país los criminales y no las familias.

"Solo los muros no detendrán la inmigración ilegal", subrayó Johnson, en referencia velada a la propuesta del candidato presidencial republicano, Donald Trump, de construir un muro entre México y Estados Unidos con el objetivo de detener la llegada de indocumentados.

Para Johnson, "la seguridad fronteriza por sí sola no puede superar los poderosos factores de empuje de la pobreza y la violencia" en Centroamérica y es necesario "invertir a largo plazo" en los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala).