El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, consideró hoy que el pacto de estabilidad y crecimiento se debe aplicar con "flexibilidad" y "sentido común" a los países con deuda excesiva que están llevando a cabo reformas.

"El pacto de estabilidad ha demostrado funcionar, pero no debe convertirse en un pacto de flexibilidad. Necesitamos una aplicación flexible pero inteligente, de manera que no se frene el crecimiento", indicó Juncker en su discurso sobre el Estado de la Unión en la Eurocámara.

El presidente del Ejecutivo comunitario recordó que la deuda en la UE sigue siendo excesiva, aunque los niveles de déficit, que estaban en el 6,3 % en 2009, "se han conseguido bajar ahora al 1,9 %".

Juncker abogó por una aplicación del pacto de estabilidad "con sentido común", teniendo en cuenta que su implementación "se ha convertido en una doctrina para muchos".

"En teoría, un sólo punto decimal por encima del 60 % de la deuda de un país debería ser castigado. Pero en realidad, hay que mirar las razones de la deuda", comentó.

En su opinión, "deberíamos intentar apoyar y no castigar los esfuerzos de reforma en curso", para lo que "necesitamos políticos responsables".

"Y seguiremos aplicando el pacto no de manera dogmática, sino con sentido común y la flexibilidad que sabiamente introdujimos en las normas", concluyó.

Por otro lado, Juncker se refirió a que "el desempleo en Europa sigue a niveles excesivamente elevados", aunque destacó que en 2013 había 8 millones menos de puestos de trabajo que en la actualidad y que, por tanto, "la evolución es positiva".

"Sin embargo, sigue habiendo injusticia social, y por eso es necesario trabajar en los derechos sociales europeos como uno de los pilares fundamentales", argumentó.

"Europa no es suficientemente social y hay que cambiarlo", apostilló Juncker.

El político luxemburgués dijo que esa es la razón por la que la CE ha propuesto la directiva sobre trabajadores desplazados, teniendo en cuenta que "el mercado interior no es un lugar en el que se pueda explotar a los trabajadores".

"Europa no es el lejano Oeste, sino una economía en la que no existe el dumping social", consideró.

Juncker también se refirió a que "estas condiciones equitativas" implican igualmente "proteger contra carteles o abusos de grandes empresas".

"Cada una, independientemente de su tamaño, tiene que pagar impuestos allí donde consigue beneficios", dijo en clara alusión a la última decisión de Bruselas sobre Apple, en la que ha pedido a Irlanda recuperar 13.000 millones de euros de impuestos no pagados (más intereses) por el gigante tecnológico estadounidense.

Juncker recordó su promesa de que su Comisión "iba a luchar contra la evasión fiscal", y aseguró que ahora "estamos dando resultados concretos".

Por otra parte, garantizó la defensa de la industria siderúrgica, muy afectada por la sobrecapacidad y los bajos precios a nivel global, cuestiones que dijo haber abordado en sus dos visitas a China este año.

"No podemos ser ingenuos ni intentar meternos en todos los mercados, pero debemos responder de forma categórica al dumping, como Estados Unidos está haciendo", sostuvo.

Juncker también afirmó que la UE "va a apoyar a los agricultores", y recordó que ya se han movilizaron 1.000 millones de euros para el sector lácteo, afectado por el veto ruso a las importaciones desde Europa.

"No puede ser que agua sea más cara que la leche", comentó.

El presidente comunitario defendió además el euro, que "se mantuvo fuerte" en la crisis económica global, "protegido de la inestabilidad".

"Es la moneda que lidera en el mundo y suele traer ventajas económicas invisibles", consideró.